Estaba en Mar del Plata con sus compañeros de La Joven Guardia cuando “El extraño del pelo largo” saltó a la fama y puso su nombre -y su música- en la boca de toda una generación. Más de 50 años después, Mar del Plata sigue teniendo “un lugar especial” en la vida y el corazón de Roque Narvaja, quién atesora esos recuerdos de músico adolescente, con los del niño que vacacionaba con sus padres, con los del adulto que, de nuevo en Argentina, vuelve cada vez que puede.

 

“Estoy todos los días como cualquiera intentando sobrevivir por un lado y por otro lado intentando entender lo inentendible”

Y además de sus escapadas de descanso, Roque volverá este domingo para brindar un especial show con todos sus éxitos y mostrarle en vivo al público de la ciudad los temas de su último material “El mar de la tranquilidad”, a las 21.30 en el Radio City-Roxy (San Luis 1750).

“El mar de tranquilidad” es un disco en el que, como siempre, abre su corazón, protesta, recuerda, ama, reflexiona y muestra sus pasiones.

-¿Cuánto hace que no venías a Mar del Plata? ¿Cómo te preparás para el reencuentro con el público de acá?

-Mar del Plata está íntimamente ligada a mi vida. Los recuerdos forman parte de una foto maravillosa de la vida y yo tengo una gran debilidad por Mar del Plata, a veces voy en invierno porque me encanta estar ahí y sumar las vivencias nuevas, porque siempre que voy me tratan maravillosamente bien. He pasado tiempos muy felices en Mar del Plata siendo chico veraneando con mi familia tocando con mis bandas Snobs y La Joven Guardia.

-La ciudad fue parte de ese camino al éxito de La joven Guardia… y cumplis años el 10 de febrero.

– Ahí nació, ahí estábamos tocando cuando El extraño de pelo largo se hizo muy famoso. Y yo cumplo el 10 de febrero que es el aniversario de Mar del Plata, eso nos une muchísimo.

-¿Cuánto ha cambiado el Roque de hoy, con respecto al de aquellos días?

-En mi último trabajo está el mismo Roque de siempre, el mismo yo de siempre. No he cambiado ni mis ideas ni mi manera de ver la vida, lo que pasa es que en algunas canciones opino y en otras no, en otras se me da por cantarle a otra cosa, pero ni siquiera es una decisión, la letra que yo escribo, que es generalmente después de la melodía y de la música, ya está sugerida, lo he dicho en otras oportunidades por la música. Entonces yo escribo lo que me inspira, lo que me propone la música y es variopinto, me dejo llevar y francamente no es que yo tenga una función, una tarea de que tengo que opinar y decir cuál cosa hay que hacer, porque yo también soy un aprendiz. Yo estoy todos los días como cualquiera intentando sobrevivir por un lado y por otro lado intentando entender lo inentendible, entonces salen canciones que tienen generalmente más preguntas que respuestas.

-Como “la fe en un mundo nuevo ya no volverá, repite los errores de la humanidad”. ¿Cuánto te preocupa hoy la actualidad social, política?

-¿Suena a sentencia, cierto? Pero en realidad es una protesta, más que una protesta, una pataleta. No quiero parecer un spot político, pero el ser humano según sea guiado es capaz de lo mejor o de lo peor. Si no, no hay más que fijarse en otros países donde los dirigentes han sido más severos consigo mismos y con los demás… son mejores y tienen mejores vidas. Me interesa muchísimo todo el aspecto político, filosófico y social del mundo porque cuando yo voy a comprar pan por ejemplo y pago, ahí hay una política de precios… la política es todo, la manera en que yo trato a mí semejantes también es política. Hay gente que cree que la política es únicamente un partido y votar, pero la política es todo y por supuesto que me interesa mucho.

-Desde lo musical, siempre fuiste rock, pero también siempre fusionaste otros estilos. ¿Cómo analizás la evolución que ha tenido la música argentina? ¿Cómo ves a las nuevas generaciones, los nuevos estilos?

-Sí, soy un músico de rock que hace todo tipo de canciones que se le ocurren en el sentido de los estilos, pero la cultura, la forma de tocar, la forma de arreglar, la forma de encarar la música que yo hago pertenece a la cultura rock. Yo soy un músico de rock que eventualmente toca pop. Ahora cómo veo la musicalidad Argentina… hay gente genial, no son muy conocidos, pero hay unos pibes que están componiendo y tocando y cantando maravillosamente bien. El otro día estuve en el programa de Lito Vitale y estaban los hijos de Juan Carlos Baglietto, que son maravillosos artistas los dos, Julián y Joaquín y me dejaron con la boca abierta porque es increíble lo que saben, lo buenas personas que son y sobre todo lo agradecidos que están a los que abrimos el camino. Pero hemos sido ampliamente superados, gracias a Dios. Por otro lado hay otra música por ahí sonando que me suena a una especie de broma o de burla, eso ya no me interesa.

-¿Es fácil la convivencia entre el músico y el piloto de avión que conviven en vos?

-Bueno, la convivencia conmigo mismo es bastante difícil porque soy bastante complicado. No importa que sea piloto, músico, mozo o chofer de colectivo, yo me tengo que bancar y a veces no es fácil, pero bueno, con una buena terapia y con unos buenos amigos se va llevando.