El conflicto Israel-Palestina ha impactado en múltiples vidas. El paso en la frontera entre Gaza y Egipto sigue cerrado y la ayuda humanitaria permanece a la espera. Entre quienes se vieron afectados, hay cientos de animales.

Sulala Animal Rescue es un refugio en Gaza que en medio del conflicto se encargó de darle un hogar a varios perros y gatos. A pesar de que el lugar abrió hace algunos años, cobró relevancia en los últimos días por la cantidad de animales que sumó luego de los bombardeos.

En su Instagram muestran y relatan el trabajo que realizan brindándole agua y alimento a animales heridos que escapan asustados del estruendo de los ataques.

El fundador del refugio, Saeed al-Err, estuvo preparando evacuaciones con cajas de transporte listas en caso de que deban marcharse del hogar. A su vez, suele trasladar a los animales desde el refugio a su casa debido a lo cerca que caen las bombas. Algunas veces debe realizarlo en auto y otras a pie, ya que los perros lo siguen a su lado.

El espacio es un amplio terreno baldío que se encuentra en Nuseirat, a la que considera una “zona segura“, y al que los perros tienen libre acceso para que puedan correr en caso de emergencia.

También, a través de una traductora que hace de intermediaria en su cuenta de Instagram, ha aclarado que los perros reconocen los aviones de guerra y saben con anterioridad cuándo va a caer una bomba y en qué momento esconderse.

Saeed cree que muchos animales han huido del centro de la ciudad para evitar los explosivos, por lo que cada vez observa menos perros en las calles. Incluso, varios han llegado solos al refugio.

En una casa aparte, también cuidan a 120 gatos abandonados que buscan alejarse de los bombardeos.

Según explicó la traductora que se comunica con él y se encarga de publicar las novedades en Instagram, a causa a los cortes de luz e internet en el país no siempre puede comunicarse con Saaed y conocer la situación del refugio.

A su vez, debido al cierre de la Franja de Gaza, se ha vuelto imposible el ingreso de agua a la ciudad, generando preocupación por una posible deshidratación de los animales. Además, las personas interesadas en contribuir tampoco pueden enviar provisiones al lugar, por lo que la única manera de contribuir es a través de PayPal.

La falta de combustible en la zona genera demoras en el traslado de comida a los perros ya que Saeed, al no vivir en el refugio, debe ir diariamente a cuidar de los mismos. Hace sólo unos días contó que sólo tenía combustible para tres días por lo que otro de los cuidadores debió ir para comprobar el estado de salud de los animales.

En las imágenes que el refugio comparte en Instagram, se puede ver el humo de las explosiones a lo lejos ante la  mirada atenta de los perros, así como la emoción que comparten al ver llegar los paquetes de comida.

Al fondo, se observa el humo de los bombardeos.

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Saeed al-Err decidió abrir su refugio cuando, años atrás, uno de los municipios de Gaza posteó un aviso en Facebook en el que ofrecían tres dólares a cada persona que matara perros callejeros. Enojado, al-Err respondió al posteo oponiéndose a la medida. Con el apoyo de diversos periodistas y organizaciones civiles,  logró que se eliminara el aviso.

Con un préstamo del banco pudo alquilar un terreno para cuidar de los animales y con su propio dinero se encargó de comprarles alimento. En algunas ocasiones, tuvo que ir a restaurantes a pedir restos de comida.

El refugio antes de los bombardeos. Foto: The Guardian.

Actualmente, Saeed pide por la intervención de organizaciones internacionales para que rescaten y ayuden a los múltiples animales afectados por la guerra.