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La Ciudad 10 de octubre de 2023

El oficialismo busca restringir la circulación de bicicletas en avenidas

El bloque de la UCR presentó un proyecto que apunta a disminuir la siniestralidad vial en las principales arterias de la ciudad. La iniciativa dispone la implementación de "calles calmas", donde no se podrá andar a más de 25 kilómetros por hora, que se complementará con la construcción de ciclovías.

El bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) presentó un proyecto para restringir la circulación de bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP) en avenidas.

Los VMP, de acuerdo a la disposición 480/2020 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial a la que adhirió el municipio a través de la ordenanza 26.059, incluye a los monopatines eléctricos, patinetas tipo “segway”, scooters, triciclos, hoverboards, monociclos y skates, entre otros.

Es decir, a aquellos vehículos de una o más ruedas destinados al traslado de personas y autopropulsados por motorización eléctrica o cualquier otro tipo de motorización.

La iniciativa, impulsada por el concejal Gustavo Pujato (UCR), plantea que la restricción se aplicará en etapas, que irán en consonancia con la implementación de “zonas calmas”, calles calmas y/o “ciclovías destinadas a garantizar las condiciones de seguridad para la circulación de usuarios de VMP y bicicletas”.

El Ejecutivo, por medio de las áreas pertinentes, dispondrá la implementación de dichos lugares en arterias próximas a las avenidas para garantizar que los usuarios de VMP y bicicletas puedan movilizarse sin apartarse de sus posibles destinos.

Allí deberá haber señalización pertinente, como así también la intervención del medio físico para “modificar la percepción del usuario y provocar un cambio en los comportamientos de conducción”; un sistema de iluminación led para garantizar la mejor visibilidad de los conductores; la presencia de dispositivos de seguridad comunitaria a los efectos de incentivar el uso de dichas arterias evitando que los conductores sean potenciales víctimas del accionar delictivo.

La velocidad máxima permitida en las zonas calmas será de 25 kilómetros por hora. Y los conductores de cualquier tipo de vehículos deberán guardar una distancia lateral mínima de 1,5 mts. con unidades de VMP y/o bicicletas. Y una distancia de seguridad frontal que permita frenar de manera segura, bajo pena de apercibimiento y/o posterior multa la que será establecida por la autoridad de aplicación.

Se trata de un esquema “flexible”, que se complementará con la construcción de ciclovías y cualquier otro sistema que tenga la misma finalidad. En un lapso de 4 meses, el Ejecutivo enviará una evaluación de las medidas adoptadas, como así también un detalle de la implementación de nuevas zonas calmas para garantizar los objetivos de la presente.

Entre los argumentos del proyecto de ordenanza, Pujato señala que “al analizar legislación vigente en otros países”, el régimen de circulación de los VMP “se asemeja en buena medida al de las bicicletas, inclusive se considera a estas últimas como vehículos de movilidad personal pese a no contar con motorización”.

También destaca que la resolución de la ANSV, en el inciso 1.5 del anexo 1 de la citada resolución, se establece que la autoridad jurisdiccional competente podrá, si así lo considera, fijar “limitaciones adicionales a la circulación en la vía pública de vehículos definidos por el presente”.

En este marco, el edil explica que la Subsecretaría de Movilidad Urbana ha trabajado en la implementación de las denominadas “zonas calmas”, entendida como un área calma donde “se prioriza al peatón, con una limitada circulación vehicular, con velocidad máxima de 30 km/h y espacios destinados al estacionamiento”.

Según un informe de la Comisión Asesora de Seguridad Vial remitido al Concejo Deliberante, “las estrategias de calmado del tránsito exceden la mera reglamentación de velocidades máximas, contribuyendo a la reducción de los índices de siniestralidad y el grado lesivo”. 

“La teoría del calmado del tránsito propone la intervención del medio físico como estrategia a partir de la cual modificar la percepción del usuario y provocar un cambio en los comportamientos de conducción y, en consecuencia, reducir la exposición al riesgo”, sostiene Pujato.

Por lo que, ante la proliferación de medios de transporte alternativos, “se torna indispensable la implementación de diferentes acciones complementarias tendientes a minimizar la siniestralidad vial”. Y, conforme la información recabada por la Subsecretaría de Movilidad Urbana, “se desaconseja la circulación de VMP como de bicicletas en avenidas, sobre todo en aquellas en donde circula el Transporte Público de Pasajeros”.