La puesta en valor del Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” impulsada por la actual gestión se enmarca en una política de “poner al patrimonio cultural de la provincia de Buenos Aires como eje central en el ámbito de la cultura”, aseguró la subsecretaria de Políticas Culturales bonaerense, Victoria Onetto.

“Cuando el Estado está presente en los museos y todo nuestro patrimonio de la provincia estamos hablando de lo que nos indica nuestro gobernador, que es nuestra propia identidad cultural, la diversidad y la pluriculturalidad” además del “derecho al futuro, la cultura y el disfrute”, dijo Onetto en diálogo con Télam,.

En este sentido destacó la gestión del gobernador Axel Kicillof y de la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout, quienes -aseguró- “ponen al patrimonio cultural de la provincia de Buenos Aires como eje central en el ámbito de la cultura”.

Además del trabajo que se realiza desde el museo, también resaltó la recuperación “histórica” de la obra del artista Florencio Molina Campos que se presentó en una muestra en la localidad de Moreno y a fin de noviembre se expondrá en el complejo museográfico de Luján, junto a otras 1.100 obras que conserva la institución.

“Creció mucho el interés por estos bienes patrimoniales y los museos: poner énfasis en la recuperación patrimonial de los museos, en la conservación de sus bienes y sobre todo en abrirlos a la comunidad. Hacer museos activos que se vinculen con el territorio”, subrayó a Télam, por su parte, Pedro Delheye, director provincial de Patrimonio Cultural.

En este sentido, el Museo de Luján recibió el segundo premio otorgado por el Ministerio de Cultura de la Nación, organizado por el Registro de Museos argentinos, a las buenas prácticas en los museos por un proyecto de huerta agroecológica.

Con ella buscan “generar un espacio activo cultural y educativo” y “sensibilizar acerca de la diversidad cultural, la biodiversidad, la ecología, la presencia de los pueblos originarios y las comunidades, los saberes ancestrales y la importancia de la soberanía alimentaria”, compartió la directora del complejo museográfico, Viviana Melloni de Mallol.

Por otra parte, Delheye sostuvo que el trabajo que impulsan desde la provincia busca “correrse de ese lugar de pensar al patrimonio vinculado solamente a una historia oficial de principios del siglo XX construida por un panteón de héroes varones cis para empezar a interpelar esta historia e incluir otra narrativa que tiene que ver con nuestras comunidades subalternizadas o invisibilizadas”.

En esta línea destacó el programa “Chusma”, un proyecto cultural, artístico, comunitario y territorial que busca “visibilizar colectivos trans y no binaries”, impulsado por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.

“Nuestra máxima es: toda ampliación de derecho obliga a repensar los universos simbólicos que lo definen. Cada vez que ampliamos un derecho tenemos que pensar los bienes que traducen este derecho y cómo eso se traduce en temas de patrimonio, de museos y de política pública”, dijo Delheye.

“No es que a través de los museos contamos nuestra versión de la historia. Al contrario, están para poner en duda, generar ámbitos de reflexión, de debate, de un pensamiento creativo y crítico”, concluyó Onetto.