Grandes libros, pequeños lectores
La línea, de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes, Buenos Aires, libros-álbum del eclipse. 2015
Por Elena Stapich
Integrante de la ONG Jitanjáfora
Considerado pionero del libro-álbum en Argentina, La línea se publicó por primera vez en 1975 y fue prohibido durante la última dictadura. Luego de ser reeditado varias veces, en 2015 aparece esta edición, acompañada por una separata en la que uno de los hijos de Doumerc y Barnes –dupla artística y pareja- narra una historia familiar signada por los exilios y Flavia Krause cuenta la historia del libro, que es también la de la censura ejercida sobre la literatura para niños en nuestro país.
La línea es un libro minimalista, con ilustraciones que recuerdan a las de un sistema de señalización. Los textos son breves e interactúan con las imágenes. Blanco sobre negro y una línea roja que juega permanentemente. No se cuenta una historia, sino que de un modo más bien poético se exhorta a los lectores a romper la cáscara que encierra a cada individuo para así poder construir un nosotros.
Puesto una vez más a circular, La línea sale en busca de lectores que pueden ser grandes o pequeños, nuevos o reincidentes, ya que no faltará quien reconozca en este libro algo visto/leído hace ya 40 años y que vuelve con el sabor de la utopía, caminando siempre hacia una fraternidad que por momentos parece más próxima y por momentos muy lejana.