Al menos nueve personas murieron hoy y 50 resultaron heridas cuando un camión irrumpió en un mercado navideño en la capital alemana y atropelló a quienes disfrutaban de uno de los paseos más tradicionales de ese país, en un incidente que las fuerzas de seguridad creen que fue un atentado.

La Policía también informó que un hombre que viajaba en el camión en el momento del presunto ataque murió en el acto, mientras el conductor logró huir y, unas horas después, fue detenido e interrogado por agentes de seguridad, según la agencia de noticias EFE.

A través de su vocero, la canciller de Alemania, Angela Merkel, expresó su dolor por las víctimas e informó que ya está en contacto con el ministro del Interior, Thomas de Maizières, y con el alcalde de Berlín, Michael Muller, según informó el portavoz Steffen Seibert en su cuenta de Twitter.

“Estamos de luto por los muertos y esperamos que se pueda ayudar a los numerosos heridos“, escribió el vocero. Mientras se empezaban a conocer los primeros detalles del presunto ataque, el alcalde de Berlín, Müller, intentó difundir calma entre los ciudadanos y afirmó que “la situación está bajo control”, aunque reconoció que la escena en la plaza de Breitscheidplatz, donde se había construido el mercado navideño, era “dramática, según la agencia de noticias alemana DPA. Por su parte, la Policía tuiteó que “no hay indicios de situaciones peligrosas futuras en la ciudad”.

Pese a la confianza expresada públicamente por las autoridades, la Policía está analizando ahora si se trata de un ataque de un lobo solitario -es decir, de una persona sin vínculos con organizaciones o grupos radicales- o si el conductor era parte de una célula extremista más grande.

Mientras interrogan al conductor e investigan en la zona del presunto ataque, la Policía pidió a todos los alemanas quedarse en sus casas y no difundir información alarmista o no confirmada por las autoridades.

Según el relato policial, el camión irrumpió en la zona sobre donde se había levantado uno de los mercados navideños más populares de Berlín, en la céntrica plaza de Breitscheidplatz, en uno de los barrios turísticos de la metrópolis.

El mercado navideño golpeado se encuentra pegado al zoológico de Berlín, del lado contrario al edificio de la Cámara Baja del Parlamento (Reichstag) y a la famosa Puerta del Brandenburger.
Versiones periodísticas de medios locales señalaron que el camión se subió al paseo peatonal, circuló por un camino entre los puestos del mercadillo y acabó estrellándose contra un gran pino en el centro de la instalación navideña.

El camión pertenece a una compañía de carga polaca, registrada en la ciudad de Gdansk.

El dueño de la empresa, identificado por medios polacos como Ariel Z, habló con la radio de su país TVN24, y contó que el conductor que manejaba el camión hasta Berlín era su primo.
Según Ariel Z, su primo quería pasar la noche en Berlín, pero es “imposible” de que haya chocado porque tenía 15 años de experiencia como conductor.

La empresa polaca dueña del camión, en tanto, informó que sus trabajadores perdieron contacto con el chofer a las 4 de la tarde y dejaron abierta la posibilidad de que alguien haya secuestrado al primo del dueño y al vehículo.

Mientras crecen las dudas sobre las motivaciones detrás del presunto ataque, la embajada argentina en Alemania informó a la agencia Télam que aún no hay noticias de argentinos víctimas. “Todavía no tenemos noticias de ningún argentino afectado”, dijo el ministro de la embajada, Luis Azpiazu, al caer la noche, una hora después del incidente. El diplomático agregó que está en contacto con la policía y aguarda “atento” cualquier información sobre la suerte de compatriotas.

Azpiazu dijo que la embajada estaba de guardia y contó que la embajada argentina se encuentra a sólo 400 metros del mercado navideño golpeado.

La información sobre las secuelas del presunto ataque es todavía escasa.

El diario local Berliner Morgenpost difundió imágenes del mercado navideño destruido en las que se veía a mucha gente en el suelo, al parecer herida o inconsciente, mientras llegaban vehículos policiales, equipos de bomberos y ambulancias. Testigos contaron a otros medios locales que mucha gente quedó atrapada debajo del camión, que terminó estrellado.

La escena hacía acordar a la del atentado de Niza de julio pasado, cuando un camión irrumpió en el festejo del principal feriado nacional francés y atropelló a más de cien personas y mató a 86.

El atentado de Niza fue reivindicado por la milicia Estado Islámico, la misma que desde entonces difunde por las redes sociales un manual de cómo atentar y matar a civiles en los países occidentales con camiones o cuchillos, dos tipos de armas improvisadas casi imposible de detectar en la vida diaria de una sociedad.