El gobierno de Guillermo Montenegro intentará evitar el paro de 48 horas convocado ayer por la asamblea del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) en rechazo a la recomposición salarial del 37% entre septiembre y noviembre.

“Siempre hemos apostado al diálogo. La forma en que se resuelven este tipo de situaciones no es a través de paros que afectan los servicios para los marplatenses”, dijo el secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti.

El funcionario contó que el Ejecutivo le solicitó ayer al STM un plazo de 48 horas para mejorar la propuesta salarial, que consiste en un incremento de 17% en septiembre y de 20% en noviembre, que sumados al 55% de aumento hubiera redondeado el 92%.

Sin embargo, la asamblea no se lo otorgó y decidió el paro. “Nos sorprende”, lamentó Bonifatti, y recordó los entendimientos que logró la administración con el STM en estos casi cuatro años de gobierno de Montenegro.

No obstante, reconoció que las negociaciones paritarias “se complejizan” en momentos de alta inflación como el que atraviesa el país.

En ese marco, señaló que los salarios de los municipales están “bastante actualizados” si se los coteja con el último índice de inflación difundido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que llevó a 60,2% el acumulado hasta julio. 

Pero el sindicato recuerda que ese porcentaje no contempla la devaluación del 20% que decidió el Gobierno nacional el día después de las PASO, ni la disparada de precios que se produjo posteriormente. El gobierno defiende el parámetro del Indec, que difundirá su próximo índice inflacionario el 13 de septiembre.

Hay otros dos puntos de desacuerdo. El principal es el salario base a partir del cual determinar el porcentaje de aumento. Para el Ejecutivo debe ser el de enero, “como ha sido siempre en esta administración”. El gremio reclama que, a partir de todo lo que ha sucedido en el país, se tome como base el de julio.

El otro punto de discordia está vinculado a cuándo debería comenzar a regir el incremento. El STM lo quiere para ahora, es decir, que rija con los sueldos de agosto (con impacto en septiembre). La propuesta del gobierno, en cambio, implica que comience a aplicarse con los salarios de septiembre, por lo que recién llegaría en octubre al bolsillo de los trabajadores.

“Vamos a trabajar durante el día de hoy a ver si podemos encontrar un nuevo diálogo para evitar el paro”, afirmó Bonifatti. Y recordó que cada vez que hay una medida de fuerza quedan alumnos sin clases, hay que reprogramar turnos de licencias de conducir y deben reprogramarse los de salud, al tiempo que se interrumpen el arreglo de calles y luminarias, la limpieza de plazas y la de microbasurales, entre otros servicios.