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Deportes 18 de diciembre de 2016

La Bombonera ovacionó a Tevez y le pidió la continuidad

"Carlitos no se va", cantó el público en cancha de Boca.

Todas las voces, todas, pidieron hoy en la Bombonera por la continuidad de Carlos Tevez en Boca Juniors, en una reafirmación del cariño incondicional que el hincha xeneize profesa por el ídolo y referente del equipo, quien alimentó el clamor popular con otra gran actuación, en el triunfo por 4 a 1 ante Colón de Santa Fe, con un gol y una jugada magistral a puro amague y gambeta para el primer gol.

Con la lluvia previa como elemento extra que puso a prueba la convocatoria y presencia masiva de los hinchas de Boca, antes y durante el partido los cánticos dejaban en claro el sentimiento y el pedido que tenían como destinatario al héroe del 4 a 2 ante River el domingo pasado en el estadio Monumental, cuando una actuación soberbia, dos goles y una asistencia para el primer gol pusieron a Tevez en el pedestal.

Así, atronó el “que de la mano, de Carlos Tevez, todos la vuelta vamos a dar”, y “Carlitos es de Boca y de Boca no se va”, que el futbolista agradeció emocionado con su mano derecha en el corazón, es decir, en donde está el escudo xeneize en la camiseta. Hubo clima de despedida y lágrimas del propio jugador cuando se retiró del campo de juego.
El clamor del pueblo xeneize -los miles que estuvieron y los millones que no pudieron estar en la cancha esta tarde- tuvo como eje pedir un imposible: que el “Apache” se quede en el club que ama y al que regresó en 2015 tras más de 10 años fuera de casa, mientras la danza de millones de dólares del fútbol chino lo envuelve con una oferta que muy pocos se atreverían a rechazar.

Esa cifra estrafalaria que ofertó una empresa (un club es otra cosa) llamada Shanghai Shenhua, 44 millones de dólares por dos temporadas, es el motor de arrastre que dejaría a Boca sin su último ídolo. Por eso los cánticos emocionados y hasta dolidos de los hinchas genuinos, los que viven la pasión y no los negocios, los que se ubican lejos de los deseos de cualquier jugador de grandes ligas, y también de los dirigentes.
Si hasta el mismo Daniel Angelici dijo el jueves último que la ida de Tevez abriría el mercado asiático para el fútbol argentino, al tiempo que debe apreciar sobremanera los 10 millones de dólares que le ingresarían a Boca si el jugador -quien el 5 de febrero próximo cumplirá 33 años- se va ahora, seis meses antes de que termine su contrato.

Lejos de cuentas corrientes y transferencias bancarias, la multitud cantó por lo que el “10” le ha dado a Boca en sus dos etapas en el club, en aquella etapa de su explosión en primera, ese aroma al extinguido potrero que aportó juego, goles y alegría tras su debut a fines de 2001, su consolidación en 2002, y la consagración en 2003 con campeonato local, Copa Libertadores en las inolvidables finales contra Santos, y la Intercontinental ante Milan en Japón. La yapa fue la Copa Sudamericana en 2004.

Brasil, Inglaterra e Italia fueron los destinos siguientes, para mostrar un recorrido que arrancó en Corinthians, siguió en West Ham, en los dos equipo de Manchester, y que recaló en Juventus, en donde fue “Carlito” para una hinchada que aún lo recuerda.

La misma Bombonera que hoy vibró y pidió seguir viendo a Tevez con la camiseta azul y oro fue la que lo recibió con una fiesta inolvidable el lunes 13 de julio de 2015. Esa noche, más de 50 mil personas aguantaron el intenso frío para darle la bienvenida, solamente convocadas por su regreso, ya que no se jugaba partido alguno. Esa noche, pisó el cesped acompañado por sus hijos, recorrió todos los sectores del campo de juego, regaló pelotas a la tribuna, y prometió volver a dar vueltas olímpicas.

Fueron dos festejos tras esa vuelta al nido, el torneo local 2015 y la Copa Argentina. Pero faltó la Libertadores, por eso la herida grande tras la eliminación en la semifinal de este año ante Independiente del Valle de Ecuador, que hasta puso en duda su continuidad en el fútbol.

Le costó encontrar su nivel tras ese doloroso traspié, fueron varios partidos entre regular y apenas un aprobado, hasta que -en la medida que el equipo comenzó a crecer- pudo llegar al nivel de los últimos partidos, los dos clásicos ante San Lorenzo (2-1) y Racing (4-2), y el superclásico ante River, otro rutilante 4-2 para ubicar al equipo de Guillermo Barros Schelotto como líder del campeonato.

Ahora llega el momento de la definición. Sólo el “Apache” sabe la respuesta sobre su futuro. Que sea cual fuere, contará con el respeto de una hinchada que lo ubicó para siempre en su corazón. Por eso la Bombonera, que tiene grabados los gritos que retumbaron por Rattín, Rojitas, Maradona, Palermo y Riquelme, hoy cantó y latió por Tevez como cada vez que sus nombres sagrados necesitaron escuchar esas voces.



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