Si bien está radicado en Estados Unidos desde hace 20 años, el director y compositor Christian Baldini vuelve a la Argentina “cada vez que puede”, para formar parte de eventos culturales a los que es convocado. No solo lo hace por la pasión que siente por su actividad, sino también porque lo considera una pequeña retribución, un aporte al país que, según expresa, le dio tanto, en sus etapas formativas.

Tras su presentación en el Centro Cultural Kirchner en julio pasado, cuando dirigió a la Orquesta Sinfónica Nacional, volverá en noviembre de cara a preparar la puesta de una particular ópera con ADN argentino, en el Teatro Colón de Buenos Aires: “La ciudad ausente“.

Esta obra del compositor Gerardo Gandini -discípulo de Alberto Ginastera– está basada en la novela del mismo nombre del argentino Ricardo Piglia. Además, Gandini contó con la colaboración del propio escritor en la adaptación del texto al formato ópera.

“Va a ser la cuarta ópera que dirijo en el Colón”, le contó Baldini a LA CAPITAL en una charla telefónica en la que destacó que “me siento muy inspirado e identificado con la música de Gandini”.

“Como argentinos tenemos que ser muy conscientes de apoyar las obras de nuestros creadores y Gandini fue uno de nuestros más grandes creadores, escribió varias operas, es súper importante y fuera del país no se lo conoce mucho. Es un poco nuestro trabajo difundirlo”, aseveró el artista.

Baldini, quien emigró a Estados Unidos en 2003 con becas de maestría y doctorado para cursar en las universidades de Pensilvania y Nueva York, es director artístico de la Orquesta Sinfónica de UC Davis desde 2009 y, desde 2012, director musical de la Orquesta Sinfónica Camellia en Sacramento, capital del estado de California.

Sobre Gandini, aportó que “fue alumno de Ginastera, es considerado el más grande compositor argentino que hubo y además fue pianista del quinteto de Astor Piazzolla, muy compenetrado en distintos mundos. Ha hecho algunos arreglos para Fito, le ha recomendado un montón de cosas. Páez ha contado que algunas canciones se las mostraba y Gandini le daba sugerencias”.

“Si bien era un genio compositor de la música académica, a la vez tenía una cabeza enorme y abierta, y también trabajó en el ambiente del tango y del rock”, recordó. Según Baldini, parte de la identificación con el gran compositor tiene que ver con que “yo también tuve mi costado rockero”.

“Los diferentes mundos musicales no son exclusivos, no son ajenos unos de los otros. Todo parte de hacer música, como ser humano, de la manera que mejor te parezca”, definió el artista que se recibió con honores en la carrera de grado de la Universidad Católica Argentina. En Pensilvania, la decana de la Facultad le dijo que su examen era “el mejor que había visto” y le ofreció financiamiento para el ensamble que estaba armando entonces.

Si bien la obra se presentará los días 5 y 7 de diciembre, Baldini estará aproximadamente un mes, ensayando con todas las secciones de la ópera. “Va a ser una etapa de trabajo larga: hay cantantes, coros, bailarines, orquesta”, enumeró. Y cerró: “Es una obra muy hermosa, con una gran imaginación y una gran belleza”.

“Las obsesiones de la literatura”

“La ciudad ausente” se produjo en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1995. La última representación en ese escenario fue en 1997. Se trata de una ópera en dos actos basada en los temas de la novela de Piglia, es decir, “las grandes obsesiones de la literatura argentina: la paranoia, la historia y la propia literatura argentina”.

Allí aparecen la investigación y el documento, la figura del inventor al borde del delirio, las conversaciones en voz baja, las conspiraciones, el miedo.

“La ópera compuesta por Gerardo Gandini a partir de esa novela, con el propio Piglia como libretista, agrega otro nivel más al mismo juego: habla de la ópera. Hay una mujer amada y condenada a la inmortalidad, prisionera de una máquina secreta que canta historias -pequeñas óperas-. Hay un guardián de ese extraño museo y también un investigador que intenta develar la trama. La música -mágica, melancólica y a veces terrorífica- es otra voz en esa polifonía deslumbrante”, informa la página oficial del Teatro Colón.

Con la dirección general de Christian Baldini y la dirección de escena de Valentina Carrasco, los principales roles de la puesta están a cargo de Oriana Favaro (Elena), Sebastián Sorarrain (Macedonio), Alejandro Spies (junior), Pablo Urban (Fuyita), Gustavo Gibert y Leo Estévez (Russo), Mariana Rewerski (Ana), Constanza Díaz Falú (Mujer Pájaro), Lucía Joyce (María Castillo), Santiago Martínez (Dr. Jung), junto a la Orquesta Estable del Teatro Colón.