Los bomberos de General Pueyrredon tuvieron una de las semanas más intensas de los últimos tiempos, con una serie encadenada de incendios que a punto estuvieron de agotar sus recursos.

De acuerdo a la estadística extraoficial del Cuartel Central desde el lunes pasado hasta anoche los distintos destacamentos sumaron un promedio de 37 salidas, la gran mayoría por incendio de pastizales.

Afortunadamente, se cumplió la “suplica” de Alberto Gabba, jefe de bomberos, quien, en contacto con LA CAPITAL, aseguró que estaban “esperando que se cumpla el pronóstico meteorológico que anuncia lluvia, ya que eso permitirá humeceder los pastos”.

Ayer, hasta horas de la tarde, algunas dotaciones siguieron afectadas a las tareas finales de extinción en la planta de la metalúrgica Bonano del Parque Industrial. Asimismo, el incendio de pastos en la zona de Juan B. Justo y 180 fue lo más grave del día.

Durante la semana los bomberos debieron trabajar no solo en terrenos próximos al casco urbano de Mar del Plata sino también en la zona de la Sierra de los Padres y las canteras de Chapadamalal.

En esta época del año, la acumulación de altas temperaturas, reseca los pastos y los convierte en vulnerables ante cualquier incidente. Pero además, la gente no toma conciencia de la peligrosidad que supone al quema de basura y la desmalezación con ese método.

“Creo que ayer los medios de comunicación nos ayudaron mucho y hubo personas que dejaron de prender fuego, porque notamos una baja importante”, admitió Gabba.
Anoche ya no quedaban incendios de magnitud en la ciudad y solo se reportaban algunos focos en terrenos pequeños.

De las más de 200 salidas apenas unas pocas correspondieron a accidentes de tránsito. Los cuarteles Batán, Caisamar, Monolito, Sierra de los Padres, Puerto y Centro trabajaron de manera coordinada para no cesar en el abastecimiento de agua.

Pastizales

Ayer por la tarde uno de los incendios más preocupantes fue el que se desató en un área de 20 manzanas, aproximdadamente, ubicadas en las proximidades de Juan B. Justo y 180.
El fuego arrasó con los pastizales pero también alcanzó unas cavas con basura y neumáticos. Por ese motivo los bomberos apuntaron contra vecinos y comerciantes de la zona al entender que podría haber sido intencional el origen de las llamas.
En algún momento el viento llevó las llamas a menos de 20 metros de una estación de servicios, lo que obligó a los bomberos a redoblar esfuerzos para controlarlo.