El muy buen momento del vóleibol marplatense
Se juegan hasta 100 partidos por fin de semana entre circuito promocional y la competencia oficial. La AMV nuclea en la actualidad a casi una veintena de clubes de la ciudad y la zona.
Fabián Altamirano y Andrés Macció, dos impulsores del circuito promocional de vóleibol
El vóleibol de Mar del Plata y alrededores atraviesa un momento de pleno crecimiento. Al margen de sus torneos locales, la Asociación Marplatense (AMV), que el año pasado celebró su 50° Aniversario, lleva adelante por segundo año consecutivo un proyecto de circuito promocional, en conjunto con el Emder. El impacto ha sido fenomenal, con gran cantidad de partidos por fin de semana y la incorporación de numerosos nuevos jugadores.
El titular de la AMV, Fabián Altamirano, explicó los alcances de esta iniciativa en diálogo con LA CAPITAL.
“El circuito promocional lo hacemos en dos etapas, al igual que el torneo local. La primera parte es hasta la primera quincena de julio, y ahora ya arrancamos la segunda etapa del año. Se juegan unos 70 partidos por fin de semana, en un sólo día, el sábado o el domingo, y en diferentes escenarios, con unos 500 jugadores involucrados”.
De acuerdo al dirigente deportivo, se habilitan las categorías Sub 14, Sub 16, Sub 18 y Primera, en ambas ramas.
“Superamos ampliamente nuestras expectativas. En principio esperábamos poder jugar entre 20 y 30 partidos por fin de semana. Y nuestra proyección apuntaba a 100 o 150 jugadores. La aceptación fue enorme. Se acercó un montón de gente, equipos que no estaban en competencia. Su sumó la ONG Palestra, asociaciones de fomento, un equipo de Chapadmalal, y otros que jugaban en distintas plazas de la ciudad”.
El circuito promocional se juega en los distintos Polideportivos Barriales Municipales, que ceden el espacio sin costo, y también en algunos clubes, como Cedetalvo y Once Unidos, que también permiten la utilización de las canchas sin cargo. “Estamos muy agradecidos con el Emder y con los clubes, porque sin esa gran ayuda, sería imposible para nosotros llevar adelante este circuito”, señaló Altamirano, quien también indicó que “el objetivo es promocionar y desarrollar el vóleibol. Así, los jugadores que participan sólo abonan el arancel arbitral bonificado y juegan el primer año en forma totalmente gratuita; el segundo año, pagan el 50% de la afiliación; y recién al tercero, pagan la afiliación completa. A partir de esta modalidad, el primer año se afiliaron a la Asociación cuatro equipos: Unión, Talleres y otros dos de Villa Gesell. Al segundo año también se sumó Miramar. El crecimiento ha sido explosivo. Y de los alrededores nos preguntan todo el tiempo para venir a jugar. Ahora se incorporarán equipos de Pinamar y Tandil”.
La AMV nuclea en la actualidad a casi una veintena de clubes de la ciudad y la zona (Necochea, Balcarce, Dolores, Miramar, Pinamar y Villa Gesell), y para los Gran Prix también llegan conjuntos de Tandil y Tres Arroyos. En la reciente final de Primera división masculina del Apertura Mar y Sierras, se coronó campeón por primera vez Banco Provincia, con 14 equipos participando en la máxima categoría.
Consultado sobre este gran momento del vóleibol a nivel local y zonal, Altamirano consideró que “para mí, es un fenómeno del deporte en general, que se generó después de la pandemia. Y nosotros no somos la excepción. Sucede que una ola positiva nos encontró bien parados, con una estructura bien armada y capacitada para poder sostener un caudal de hasta 100 partidos por fin semana, contando circuito promocional y competencia local. Por citar dos ejemplos, en Cedetalvo hay 400 pibes jugando al vóley; y en Once Unidos, otros 500. ¡Una locura! Por otro lado, hicimos un curso de árbitros el año pasado y se inscribió mucha gente joven. Hoy tenemos un plantel estable de 30 árbitros. Más del doble que cualquier otra asociación en la provincia”.
Por último, también reconoció que, lamentablemente, ese empuje del vóleibol indoor no ha tenido el mismo vigor en el beach volley. “El año pasado tuvimos dos etapas del Circuito Nacional, que nos demandaron un esfuerzo gigante y desgastante. En principio íbamos a tener varios sponsors y finalmente no tuvimos ninguno. Pudimos concretarlas con ayuda de la Federación del Vóleibol Argentina (FeVA) y del Emder. Pero lo cierto es que resulta muy difícil. El beach volleyy tiene un costo de base que, sin sponsors que lo sustenten, se hace inviable. Hoy, organizar una etapa de Circuito Nacional implica un desembolso de tres millones de pesos. Para la AMV, eso es imposible de afrontar. Y también sabemos que hay una normativa que limita la publicidad en las playas, lo que también dificulta toda la ecuación”, concluyó.