Adrian Andrade comenzó a relacionarse con la narrativa desde muy joven, escribiendo sin intención de hacerlo profesionalmente, pequeños parlamentos o escenas teatrales con fines sociales entre amigos y compañeros del secundario. De adulto, como docente universitario plasmó esa vocación en diseños pedagógicos y en la redacción de casos a resolver con la construcción de historias de vida en el mundo empresarial. Más tarde, comenzó a escribir y de manera profesional comedias musicales con fines pedagógicos en español y portugués. En esta entrevista, habla con LA CAPITAL sobre su reciente novela “ZC, Campos de veneno”.

-¿Cómo fue el proceso de elección de la trama de la novela?

-El comienzo no fue inmediato, tampoco espontáneo. Un hecho de mi historia familiar fue el gatillo para comenzar a buscar una forma de expresión que me permitiera un desahogo personal ante la impotencia de ofrecer una resolución real a una problemática de las tantas que se suscita en un entorno de una familia, digamos, de origen latino, donde las emociones muchas veces son del todo o nada. La distancia y la impotencia fueron las que pusieron en marcha en mí un mecanismo creativo que desencadenó en un relato narrativo que fue creciendo en cantidad de hojas escritas. Luego, a esa historia familiar le fui dando un formato de lectura atractiva, llevadera, interesante, emocionante y sorpresiva y con contenido para pensar. Podría decir que el contenido fue tomando forma con diferentes ingredientes que fui elaborando y tuvo como resultado un guion por sobre donde navegar narrativamente. Obviamente que no te doy más detalles porque sería adelantar el contenido de la novela.

-El libro demuestra un trabajo previo muy consciente. Al parecer has investigado mucho, ¿no?

-Sí, tuve que chequear algunas fuentes. Las diferentes temáticas como, por ejemplo, el racismo en España está sostenido no solo por la experiencia personal o por relatos de viajeros, sino por material periodístico que habla sobre el tema. También el mundo árabe, al que en una parte hago referencia, está referenciado directamente de una tesis académica sobre asuntos árabes en España gentilmente cedida por una profesora de la Universidad de Sevilla. Temáticas como la contaminación ambiental y las consecuentes enfermedades, el armamentismo, etcétera, fueron tomadas también de material producido por organizaciones ambientalistas de España.

-El bastón, además de magia, parece contener alguna simbología, alguna metáfora. ¿De qué nos habla?

-El bastón si bien representa la magia, también es el símbolo de la tradición familiar, del mando, de quién tiene el mando. Paradójicamente, en esa tradición familiar, el mando no lo tiene el hombre sino la mujer. En “ZC, Campos de Veneno” las mujeres mandan. El lector descubrirá o no dónde está la magia o quién o quiénes la detentan.

-Una familia, entre la apatía y la indiferencia, entre el odio y la búsqueda de amor. Sentimientos extremos, ¿no?

-Más que de sentimientos extremos, podríamos hablar de vulnerabilidades. Si lo pensamos en profundidad, todos los personajes tienen una fragilidad que sostener. El origen, el entorno, la educación, la religión, la sociedad van gestando personalidades con todas sus ambigüedades. Todos están atravesados por algún dolor que no es sublimado, sino que permanece estancado, encerrado, enfrascado y a la primera discusión salta el veneno de la discordia. Solo uno de los personajes, y es masculino, tiene una mirada diferente. Está más conectado con la naturaleza de las cosas y con el mundo espiritual. La compasión escasea en la familia ZC.

-El niño Carlitos lleva la historia desde la ternura hasta la resignación ante lo hostil. ¿Cuánto influye la familia, cercana o no, en la formación emocional de una persona?

-Es fundamental tener consciencia, al crear una familia, de la importancia de crear relaciones y entornos amorosos. Constituir una familia para sacar la foto y postearla en las redes sociales con cara de felicidad no es suficiente y tampoco necesario para considerarla tal. Las familias sanas utilizan constructos amorosos para su configuración y el amor es límite, respeto, empatía, responsabilidad, mucho diálogo y paciencia. Salir de los mandos lingüísticos imperativos de relacionamiento humano y avanzar en la evolución psicosocial con modelos más humanos y circulares y más cercanos a una vida espiritual; que no significa religiosa, es un verdadero desafío en estos tiempos. Una vida espiritual es aquella en plenitud en amor, alegría, deseo, empatía, solidaridad, etcétera. En “ZC, Campos de veneno” los personajes van detrás de una hipotética herencia o giran alrededor de quien tiene más que otros en un pueblo que parece no tener corazón. Un mundo emocional sano no está presente en ese contexto.

-La primera parte termina con el tango “Volver”, ¿no encontraron los personajes lo que fueron a buscar?

-No, es un categórico no. El desarraigo de aquellos que se fueron de su tierra en búsqueda de un porvenir ha sido atroz en la constitución de la psiquis de quienes los siguieron. La ausencia del terruño está presente en nuestros abuelos, padres y parientes que cruzaron el charco en búsqueda de un nuevo destino. Pero lo más doloroso es volver a tu tierra simplemente para visitar a los parientes y amigos que quedaron y encontrarte con otra realidad. Lo que era de una manera ya no lo es y de quienes fueron nuestros referentes ya no están más o no lo son como nuestra mente y alma grabaron al partir. En esta trama el “Volver” sería una vuelta a aquella tierra donde nací y que ya no es aquello que alguna vez fue. Es como volver a vivir un nuevo destierro, desarraigo. Seres desterrados física y emocionalmente.

-¿Habrá continuación de historia o personajes?

-Sí. Ya estoy trabajando sobre la segunda parte que si bien será una novela totalmente diferente y única en su construcción, algunos de los personajes ya están presentes en “ZC, Campos de veneno”. Muchos otros serán nuevos y juntos elaborarán una historia que llevará al lector a navegar por un mar de emociones, secretos, misterios, poder y otros condimentos más. Su lanzamiento será en 2024.