La fiscal Romina Díaz ordenó este miércoles la detención del mecánico que con el automóvil de su padre atropelló y dio muerte a un hombre pero al allanar nuevamente su vivienda no fue localizado.

La investigación por la muerte de Rubén Villalva (35) tuvo un esperado giro en las últimas horas al disponer Díaz algo que hasta el momento había mantenido sin resolución, como era imputar el hecho al hijo del titular del automóvil Renault Logan involucrado en el hecho. Para ello la fiscal decidió acusar al hombre, identificado como Claudio Miraball (42), del delito de homicidio agravado por ensañamiento, alevosía o insidia, una figura penal que prevé la pena de prisión perpetua.

Tras el aval de la Justicia de Garantías, a través del juez Daniel De Marco, se emitió la orden de detención contra el mécanico y el allanamiento del domicilio de avenida Bosque Grande al 1800, diligencia que se realizó esta tarde.

A la vez trascendió que la Justicia denegó la eximición de prisión que el abogado Lautaro Resúa había interpuesto, no solo para Miraball sino también para el padre de 77, por tratarse del titular del automóvil. Vale decir que la Justicia consideró innecesario resolver sobre el hombre mayor por no estar imputado.

La policía allanó la casa de Bosque Grande a los efectos de consumar al detención y secuestrar algún elemento de importancia como telefonía celular o dvr de cámaras de seguridad. El domingo había sido secuestrado el Renault Logan, pero sin orden de allanamiento sino que fue una entrega voluntaria de la familia.

El caso se produjo en la madrugada del domingo, cuando Villalva caminaba por Mariano Acosta entre Rawson y Garay. En ese momento el Renault Logan se detuvo en la esquina y esperó que el hombre, que llevaba una bolsa, cruzara para atropellarlo. Como consecuencia del impacto, Villalva murió en el lugar, mientras que el conductor escapó con rumbo desconocido.

Una serie de averiguaciones permitió determinar que el automóvil era utilizado por un mecánico cuyo taller se encuentra a solo unas cuadras de allí, en Rawson al 6100. Minutos antes del hecho, la alarma del taller se activó y Miraball tomó conocimiento de esto por el monitoreo.

La hipótesis principal de la fiscal Díaz elaborada en base a investigación de la comisaría duodécima asegura que el mecánico se dirigió desde su casa de avenida Bosque Grande hasta el taller y tras observar imágenes en una cámara de seguridad buscó al ladrón que había ingresado por los techos.  Una vez que lo ubicó utilizó el automóvil para atropellarlo.