Once personas murieron en el incendio de un albergue de vacaciones que acogía a adultos con discapacidad mental en el noreste de Francia, en un “horrible drama” cuyas causas se investigan.

“Confirmo 11 víctimas”, dijo en rueda de prensa la vicefiscal Nathalie Kielwasser, en la que señaló que la causa del incendio fue “probablemente” una combustión latente, cuyas causas exactas se siguen investigando.

Las víctimas del incendio declarado en una antigua granja renovada en la localidad de Wintzenheim serían un cuidador y 10 adultos con discapacidad mental leve que estaban de vacaciones.

“Ante esta tragedia, mis pensamientos están con las víctimas, los heridos y sus familias”, declaró el presidente francés, Emmanuel, Macron en la red social X, conocida anteriormente como Twitter.

Su primera ministra, Élisabeth Borne, expresó desde el lugar del drama su “tristeza y solidaridad” por este “horrible drama” y anunció que “una investigación permitirá sacar a relucir” sus causas.

A finales de la tarde, un equipo de AFP vio cinco coches fúnebres abandonar el perímetro del lugar de la tragedia.

La alcaldía de Wintzenheim anunció una ceremonia ecuménica en la iglesia de Saint-Laurent.

El albergue se situaba en una antigua granja renovada de 500 metros cuadrados de superficie en suelo con dos pisos y buhardilla, según los bomberos.

El incendio se inició en la planta baja.

De las 28 personas presentes, sólo 17 pudieron ser evacuadas, indicó el secretario general de la prefectura del Alto Rin, Christophe Marot.

“El incendio fue controlado rápidamente a pesar de la violencia de las llamas”, indicó en un comunicado la prefectura, que habló de una persona trasladada al hospital y otra en estado de shock.

La propietaria del albergue, que vive cerca, fue la encargada de alertar a los bomberos, pero quince minutos después “ya no quedaba nada”, según el teniente de alcalde de Wintzenheim, Daniel Leroy.

“La parte superior del edificio estaba completamente calcinada y el tejado se había derrumbado por completo”, declaró Leroy, para quien a los ocupantes “les pilló durmiendo”.

Los cadáveres de las víctimas se localizaron en los pisos y en un altillo derrumbado, indicó un responsable de los bomberos, quien indicó que los escombros y la inestabilidad de algunas partes del edificio dificultaron el acceso.

Dos asociaciones de ayuda a personas en situación de discapacidad se encontraban presentes en ese momento.

Los 13 miembros del grupo de la asociación Idoine, procedente de Besanzón (este), resultaron “indemnes”, indicó esta última, mientras que la otra asociación Oxygène Vacances Adaptées, de la ciudad de Nancy (este), no respondió a las preguntas.

Los vecinos describieron “una enorme columna de humo” y “grandes llamas”.

Las autoridades desplegaron 76 bomberos, cuatro vehículos contra incendios y cuatro ambulancias, entre otros dispositivos para controlar el fuego y atender a las víctimas. También se movilizaron 40 gendarmes.

El último gran incendio mortal tuvo lugar en Francia en 2016, cuando 14 personas perdieron la vida el 5 de agosto en el subsuelo del bar Cuba Libre en Ruán.