Por Sebastián Arana

Peñarol se dio un lindo gusto por otra fecha de la Liga Nacional de Básquetbol. En el Polideportivo “Islas Malvinas” derrotó a Atenas por 85 a 75 y en buena forma. Con una producción ofensiva más elaborada que en sus últimas presentaciones. Explotando otros caminos -los cortes de Acuña hacia el aro, por caso- y disfrutando de un partido claro de Figueroa y de un fantástico regreso de Leonardo Gutiérrez.

Peñarol no fue tan confiable con su defensa, pese a realizar un gran esfuerzo por momentos, como en otras noches en la primera parte del partido. Y, sin embargo, llegó al frente al descanso largo porque atacó mucho mejor que en otras oportunidades.

El equipo marplatense tampoco anotó una locura de afuera. Pero en el primer tiempo explotó a Roberto Acuña como nunca en la temporada. Pasándole la pelota casi siempre en el momento de su caída hacia el aro. Y el pivote se hizo un pic-nic ante internos más lentos.

De ese modo, Peñarol llegó a tener ocho puntos de ventaja (17-9) en el primer cuarto. Pero enseguida Atenas metió un par de “bombas” exteriores y todo se niveló. El conjunto cordobés, además, decidió protegerse en zona enseguida para mitigar el gran arranque de Acuña. La “movida” le dio réditos un ratito.

Hasta que Leo Gutiérrez, recuperado de su lesión, ingresó a la cancha y entró a participar con fluidez en el ataque. Con pases para ordenar o con tiros perimetrales. Así Peñarol recuperó su posición de dominio y siempre manejó leves ventajas. Nunca mayores a los cinco o seis puntos. Pero suficientes para no jugar bajo presión.

Atenas sí puso al equipo local en problemas un poco más apremiantes cuando, vía Mickael, le atacó el aro más seguido en el complemento. Pero, cuando debió haber insistido por esa vía, la abandonó. Abusó del tiro de tres puntos y le sacó a Peñarol la mano de la garganta.

Peñarol, con un cierre esplendoroso de cuarto de Gutiérrez, autor de dos triples oportunísimos en un momento delicado, más una bandeja de Figueroa sobre el cierre, recuperó la luz (61-55) a la hora de entrar al cuarto final. Y enseguida la amplió con un triple de Suárez y un buen corte hacia el aro de Diez para consolidar una ventaja de diez puntos.

Mickael no se rindió por el lado de los cordobeses. Pero el equipo no lo terminó de respaldar. Entonces la reacción quedó en un esbozo, un amague.

Del lado de Peñarol, en cambio, hubo ideas más claras para sacarle el jugo al empuje de casi todos. Cuando no estuvo Leo en la cancha -partidazo con 19 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias-, Figueroa, que jugó un partido cerebral, se encargó de repartir buenas opciones de tiro para todos.

Dos que saben jugar, en definitiva, lo encarrilaron todo. Fueron la brújula que había faltado en los últimos partidos. Peñarol así detuvo la caída y se dio una inyección para recibir el viernes al peligroso Estudiantes de Concordia.

Síntesis

Peñarol (85): N. Zurschmitten 3, R. Reed 8, F. Giorgetti 8 (x), A. Diez 9 y R. Acuña 27 (FI); L. Gutiérrez 19, S. Suárez 3, J. P. Figueroa 6 y J. M. Torres 2. DT: Marcelo Richotti.

Atenas (75): D. Gerbaudo 7, W. Baxley 7, L. Rasio 7, D. Lo Grippo 8 y R. Johnson 8 (FI); P. Mickael 22, G. Mikulas 9, F. Baralle 7 y M. Chiarini 0. DT: Gustavo Miravet.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Roberto Smith-Rodrigo Castillo.
Parciales: 23-22, 42-39 y 61-55.