“Creo que mi misión en la vida es acercar al público obras de arte que les emocionen y, por qué no, que les cambien la vida”, confiesa el cantante, docente y productor de teatro musical Juan Rodó.

El artista, que lleva 32 años poniéndose en la piel del Conde Drácula, desde el estreno del emblemático musical y en cada reposición de la puesta que este año se está despidiendo definitivamente de los escenarios, se enfrenta también a su propia despedida de este personaje que le cambió la vida.

Con él y con todo el importante elenco de esta paradigmática obra, “Drácula” vuelve a presentarse este jueves 27 y viernes 28 de julio en el Teatro Radio City, antes del adiós en el Luna Park de Buenos Aires.

En ese marco, habló con LA CAPITAL de lo que ha significado esta puesta en su vida y de lo que se viene para el futuro. “Lo que me llevo de ‘Drácula’ es el cariño y el reconocimiento del público, el haber conocido a través de los años tantos lugares, tantas ciudades, tantos teatros. Creo que el mayor trofeo de un artista no son los premios, sino el cariño y la memoria del público y, quizás, a más de uno haberle cambiado la vida”, reconoció Rodó.

Además, valoró que ésta ha sido para él una larga despedida que vive con mucha felicidad y disfrute. “Yo la considero la temporada del verdadero disfrute de un personaje que me vio nacer y que me dio la oportunidad -que no le dio a ningún otro actor que yo conozca- de estar 32 años en el mismo rol, una oportunidad de crecer, de evolucionar, de madurar”.

En ese sentido, consideró que “a pesar de haber hecho tantas veces la obra, siento grandes diferencias entre escenas, que quizás antes las hacía de una manera o con una convicción y hoy me pegan mucho más más fuerte. Creo que el resultado final es un Drácula con una madurez y con el mejor resultado que puedo dar después de tantos años”.

-En esta gira has compartido escenario con tu hija Chiara. ¿Qué te genera tener la posibilidad de compartir la faceta artística con ella?

-Chiara es un poco mi obra. Yo la formé como cantante, también se formó en mi escuela y se dedicó a profesionalizar su arte en la facultad. Pero más allá de su formación, poder compartir el escenario con ella y que ella pueda vivir esto como personaje, como parte activa, es muy emocionante, lo vivo con mucha felicidad. Yo antes me iba de gira con un gran pesar por dejar a mis hijos y esta vez lo disfruto muchísimo porque viajo con ella, que es una gran compañera, una gran colega.

-¿Qué se viene después de “Drácula”? ¿Estás preparando algo con Mahler?

-El próximo proyecto que tengo es un concierto solista en el Luna Park. Mi primer Luna Park. Es, justamente, una idea de Ángel Mahler que decidió armar un concierto con 60 músicos en escena bajo su dirección. Su idea era que yo tuviera una experiencia única como tienen quizás los cantantes en Las Vegas, las grandes ciudades del mundo, que coronan su carrera con un gran concierto, así que esa va a ser la próxima actuación después de “Drácula, la despedida”, que será el 20 de octubre en el Luna Park.

-Más allá de “Drácula”, producís y enseñás. ¿Qué lugar ocupa el género musical en tu vida?

-Soy fanático del musical. Investigo sobre todas las obras que hay en el mundo a través de los años, la historia y me encanta conocer, encontrar y dar a conocer, poder descubrir grandes amores, de sueños por cumplir. Creo que el musical va a estar siempre presente en mi vida, como el género ideal, que combina justamente la actuación desde el canto, cantar desde un personaje.

-¿Tenés alguno nuevo en carpeta?

-Tengo sueños. Uno de mis sueños es hacer el musical “Nine”. Tengo amor con ciertos personajes, que he conocido a través de los años, que siento que los puedo hacer, que siento que les puedo dar voz, y donde creo que justamente lo que yo represento para el público puede aproximarnos a nuevas obras de la literatura de teatro musical. Que como yo conocí y me enamoré, el público pueda conocer nuevas obras de arte de la mano mía, de mi voz y que puedan también ampliar este amor, al teatro musical en otras obras. Yo creo que mi función en la vida es, a través de mi instrumento, llevar al público obras de arte que emocionen y que, por qué no, les cambie la vida.