Un hombre y una mujer fueron baleados en diferentes episodios de violencia ocurridos en la periferia entre el viernes a la noche y el sábado a la madrugada y, como suele suceder en casos con protagonistas en la marginalidad de los barrios, las víctimas prefirieron no aportar información de lo sucedido.

A pesar de la poca colaboración de los involucrados, la fiscal Andrea Gómez inició de oficio investigaciones para intentar dar con los responsables.

El primero de los hechos ocurrió el viernes a la noche en el barrio Florentino Ameghino, cuando una mujer que vive en Chacabuco al 10.500, al pasar por el frente de la casa de un vecino con quien su marido, que tiene arresto domiciliario, y su cuñado tienen problemas de vieja data, recibió un disparo.

La mujer fue en un remís al Hospital Interzonal y tras ser atendida por los médicos, fue llevada a la comisaría sexta para informarle a la policía. En el momento en que la víctima explicaba lo sucedido, un llamado al 911 denunció que habían baleado la casa, que resultó ser justamente donde vivían las personas que la mujer señaló que tenían conflicto con su marido y cuñado.

La policía fue hacia el barrio y desde la casa baleada no quisieron aportar ninguna información. Luego fueron a la vivienda de la víctima, para entrevistar a su marido que debía cumplir arresto domiciliario en el lugar, pero el hombre se había ido, ya que no tenía pulsera electrónica colocada.

La fiscal Andrea Gómez ordenó a policía científica que realizara las pericias en la zona y, según informaron fuentes consultadas por LA CAPITAL, pudieron recoger vainas en el lugar.

El otro episodio violento ocurrió el sábado a la madrugada en el barrio Florencio Sánchez, cuando una pareja volvía a su casa de Bestoso al 2600 y vio a un “encapuchado” en la puerta. Ante esta situación, el hombre que estaba junto a su novia le gritó para que se fuera, y la respuesta no se hizo esperar: el “encapuchado” extrajo un arma y le disparó en dos oportunidades, hiriéndolo en la pierna.

La víctima fue hasta el Hospital Interzonal, donde tras recibir las curaciones fue entrevistada por la policía, pero se negó a aportar información y hacer la denuncia.