Una campera, unos anteojos y un cuaderno son algunos de los elementos de Iara Nardelli que fueron hallados en un terreno de Virgen del Luján cerca de restos óseos, que pronto serán periciados para confirmar o no si se tratan de la adolescente de Miramar que desapareció en Mar del Plata el 30 de junio.

Desde el 30 de junio, la fiscal Romina Díaz inició una causa por averiguación, para poder hallar a la adolescente de 16 años de Miramar que había sido vista por última vez en Luro al 10.200, en Mar del Plata.

La desesperada búsqueda de Iara se hizo eco y Red Solidaria comenzó a difundir el rostro de la adolescente y sus características: estatura de 1,50, pelo largo hasta la cintura y al momento de su desaparición vestía campera color negra, buzo con capucha color gris y pantalón de jean celeste claro. Además, llevaba una mochila negra.

En Miramar, la familia de Nardelli también contó con la colaboración de la fiscal Ana Caro, quien coordinó los rastrillajes con la policía y brindó apoyo a la fiscal natural de la causa, Romina Díaz.

Tras días sin noticias de Iara, el pasado fin de semana se realizó una marcha en Miramar para pedir por su aparición con vida. Familiares, allegados y amigos recorrieron las calles del centro con una bandera con numerosas fotos.

Este lunes, por primera vez hubo noticias, aunque de terror: en un predio del barrio Virgen de Luján de Mar del Plata se halló cuero cabelludo, un cráneo y elementos que eran de la adolescente, como una camera, anteojos y un cuaderno. Ese cuaderno, con puño y letra de Iara, había mensajes con un trasfondo depresivo.

Si bien los investigadores no confirman o descartan ninguna hipótesis, las pruebas reunidas hasta ahora hacen pensar que se trató de un suicidio, ya que no hay indicios de que haya sido una muerta violenta o traumático. “No hay marcas de violencia que nos haga pensar en un hecho doloso”, dijo este martes la fiscal Florencia Salas, quien investiga ahora las causales de muerte por el cráneo encontrado.

Ahora resta identificar si efectivamente los restos óseos pertenecen a Iara. Para esto se cotejarán con el ADN de su madre y las muestras serán enviadas a laboratorios de Junín.