El acusado de golpear a mazazos a un adolescente de 17 años en el barrio Cerrito Sur fue detenido este jueves a la mañana durante un operativo en su casa.

Personal de la comisaría quinta -con jurisdicción en la zona-, con la colaboración de efectivos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), cumplió con la orden de allanamiento que este miércoles había solicitado el fiscal del caso, Leandro Arévalo, a la Justicia de Garantías. En ese marco, aprehendió al sospechoso, que tienen antecedentes por robo.

El procedimiento se llevó a cabo en Sicilia al 4600, donde también había ocurrido el hecho el lunes a la noche. El acusado, de 20 años, se encontraba junto a familiares que intentaron interrumpir la labor policial pero, poco después, la situación se normalizó.

Después de consumada la aprehensión, el fiscal Arévalo ordenó que trabajen en el domicilio los peritos de la Policía Científica, en busca de elementos que sirvan como prueba para sostener la sospecha sobre el joven. Según trascendió, éste ya había estado detenido por un robo tiempo atrás y, recientemente, fue excarcelado.

Mientras tanto, LA CAPITAL pudo saber que la víctima se encuentra en grave estado en el Hospital General Interzonal General de Agudos (HIGA), donde permanece internada con fractura de cráneo producto del ataque sufrido.

La reconstrucción del caso indica que el joven de 17 años y el agresor se conocían del barrio y habían mantenido días atrás una discusión producto de un robo de una motocicleta cometido contra una mujer ocurrido en la zona. Conforme trascendió, el menor le había reprochado al mayor la autoría del hecho, acusándolo de “rastrero” por asaltar a sus vecinos.

Según las fuentes consultadas por este medio, el lunes por la noche ambos volvieron a cruzarse y el ahora detenido increpó a la víctima en la puerta de su casa. En ese momento, habría querido robarle el teléfono celular.

De acuerdo a los datos recolectados por los investigadores, el menor se resistió y el delincuente tomó una especie de maza o martillo, y con dicho elemento le dio varios golpes en la cabeza. Luego, cuando su propia abuela salió del domicilio y le recriminó lo que había hecho, se escapó.

Por su parte, la víctima, a pesar de sentir fuertes dolores, se dirigió hacia la casa de unos amigos, que le realizaron las primeras curaciones. Después, y al notar la relevancia del suceso, lo llevaron a una sala de primeros auxilios, desde la cual los médicos dispusieron su inmediato traslado al HIGA debido a la gravedad del cuadro que presentaba.