Uno de los sospechosos por el violento y millonario asalto en una concesionaria de autos fue liberado pero continuarán investigándolo como imputado.

Se trata del hombre de 35 años que este domingo había negado su participación en el hecho y manifestado que, al momento del mismo, se encontraba en su trabajo. El fiscal del caso, Fernando Berlingeri, constató sus dichos que consideró que existen indicios para otorgarle credibilidad.

No obstante, fuentes consultadas por LA CAPITAL manifestaron que la recuperación de la libertad por parte del sospechosos bajo ningún punto de vista significa que quedará al margen de la investigación. En cambio, los informantes sostuvieron que “lo único que cambia, por ahora, es que aguarda el desarrollo de la causa sin la medida cautelar de la prisión”.

Vale recordar que tanto el hombre que ahora recuperó su libertado como el otro detenido, de 19 años, están imputados por el delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego”. Habían sido atrapados el sábado, y pasado la noche en la Unidad Penal Nº44 de Batán.

El domingo, ambos fueron conducidos a Tribunales para declarar ante el fiscal Berlingeri. Uno se negó a hacerlo, mientras que el otro optó por aceptar la indagatoria y explicó que tuvo nada que ver con el asalto, que es inocente y que podía demostrarlo.

El imputado señaló que el viernes 2 de junio, en el horario en el que se produjo el hecho, estaba en el trabajo y que incluso había personas que podían confirmarlo. Tal como lo adelantó este medio, este lunes se analizaron y constataron sus dichos y se dispuso su liberación.

En tanto, los investigadores todavía intentan dar con el supuesto “entregador”, es decir la persona que les pasó el dato de que se realizaría la venta del vehículo ese día.

El hecho ocurrió el viernes 2 de junio en una concesionaria de autos de la avenida Colón, cuando a las pocas horas que se concretara la venta de un vehículo por unos 12.000.000 de pesos abonados en efectivo, dos hombres armados irrumpieron en el lugar.

Los asaltantes amenazaron a los tres empleados que se encontraban allí y les exigieron directamente la plata de la venta que habían tenido, por lo que se sospecha que hubo un “entregador”.

El último sábado, luego de una semana de investigación, personal de la DDI y de la comisaría cuarta allanaron unas viviendas en el Centenario y detuvieron a los dos sospechosos.

Además, la policía secuestró una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros con numeración suprimida, 15 cartuchos intactos del mismo calibre, una pistola marca Tanfoglio modelo Combat calibre 9 milímetros con numeración suprimida, una pistola marca Colt calibre 45 ACP con numeración suprimida, tres teléfonos celulares y un televisor de 43 pulgadas.