Condenan a prisión a policías que recibían coimas para que funcionara el juego clandestino en Balcarce
Los dos efectivos detenidos en 2021 recibieron la pena de un año de cárcel y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida. Los cuatros miembros de la banda que administraba los casinos ilegales acordaron la suspensión de juicio a prueba.
Los dos policías detenidos en 2021 por recibir coimas por parte de una banda que administraba el juego clandestino en Balcarce fueron condenados a un año de prisión e inhabilitados para ejercer cargos públicos de por vida.
El fallo del Juzgado Correccional Nº 2 de conoció en las últimas horas, y también incluyó la suspensión de juicio a prueba para los cuatro miembros del grupo que regenteaba los casinos ilegales descubiertos en la vecina localidad en plena pandemia del Covid-19. Para esto, los hombres imputados debieron abonar multas de entre 50 y 100 mil pesos a la Cooperativa del Hospital “Felipe Fossatti”, fijar domicilio y someterse al control del Patronato de Liberados por el plazo de tres años.
La investigación del caso, a cargo del fiscal Rodolfo Moure y del personal de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Balcarce, motivó un escándalo en su momento y causó el descabezamiento de la cúpula de la Estación de Policía en la ciudad serrana. De hecho, hubo entonces una interna entre los miembros de ambos cuerpos, al comprobarse que los dos uniformados eran cómplices de la banda.
Vale recordar que uno de los dos policías incriminados permaneció aprehendido sólo en un comienzo de la pesquisa, mientras que el otro, que ya había sido imputado por atropellar y matar a un joven, debió continuar, por ese antecedente, detenido hasta hace pocas semanas. El primero fue sentenciado a un año de prisión por “cohecho” en el marco de esta causa, y el segundo también, pero como mantenía pendiente su juicio por el homicidio culposo previo, recibió la pena única de 3 años de cárcel. Entonces, estuvo detenido desde mayo de 2021, y actualmente se encuentra en libertad condicional.
El caso
La red de apuestas ilegales montada en Balcarce tenía una minuciosa ingeniería y el apoyo policial para no ser detectada, hasta que el testimonio de un apostador amenazado por no pagar sus deudas de juego permitió que el fiscal Moure pudiera desmantelarla.
El entrecruzamiento de llamadas y tareas investigativas desarrolladas por la Sub DDI local fue vital para conformar el cuerpo probatorio y así obtener las órdenes para allanar siete viviendas donde funcionaban mini casinos. Se constató que cada encuentro reunía a alrededor de 20 jugadores y que no sólo eran balcarceños sino que también provenían de Coronel Vidal y Ayacucho. En cada “reunión” se apostaba alrededor de medio millón de pesos.
Los datos a los que accedió este medio en ese entonces establecieron la connivencia que existía entre los coordinadores de los encuentros de juego clandestino y los policías. Existen diálogos que fueron colectados en la causa que testimonian fielmente cómo los integrantes de la banda estaban al tanto de la investigación y buscaron lugares alternativos para no ser detectados.
Si bien en un primer momento suspendieron los encuentros clandestinos, luego de unos días buscaron alternativas y continuaron con sus reuniones semanales. Así es como incorporaron tres lugares más.
Operativo
Con el aval del juez Gabriel Bombini, efectivos de la DDI Mar del Plata y de la Sub DDI pudieron allanar siete domicilios particulares donde funcionaban los mini casinos. En esos lugares, se secuestraron cartas de póker, dados, fichas, mesas de juegos y otras dispuestas con paños para la práctica lúdica. También más de diez armas de fuego que eran utilizadas para “apretar” a aquellos apostadores que se endeudaban y luego no cumplían con los pagos convenidos.
Eso es lo que sucedió con uno de los apostadores que en febrero de 2021 debió “irse” de Balcarce por miedo a lo que le pudiera pasar porque recibía amenazas continuamente.
En la causa se estableció que uno de los cuatro organizadores era el líder de la banda: era quien decidía cuándo abrir una partida y en qué lugar. Precisamente, esta persona estaba en permanente comunicación con los uniformados para corroborar que estuviera el “área despejada” para que el juego se pudiera hacer sin problemas.
En uno de los diálogos, el organizador le recrimina al funcionario policial por un móvil que había ido a su casa la noche anterior impidiendo el normal progreso de la reunión de juego clandestino. En otro, el líder les ordena al resto que se interrumpan las reuniones de juego, debido a que la policía le dio aviso de que ya estaban siendo investigados.
Las desgrabaciones realizadas determinaron que éste mismo hombre fue quien comenzó nuevamente con las reuniones de juego clandestino. Entonces se decidió que las partidas se desarrollaran en otros domicilios como una forma de evadir la investigación. Así fue como entre abril y mayo de 2021, las reuniones se fueron rotando y se repitieron en horas de la noche casi madrugada de manera de no ser vistos en el marco de la pandemia que limitó la circulación vehicular.