Por Hernán Kloosterman

Una dramática inundación, el irreversible camino hacia el regreso de la democracia y las tensiones económicas de un modelo agotado marcaban la agenda del país en mayo de 1983, hace 40 años.

Provincias del noroeste como Formosa y Chaco padecían la peor inundación de su historia y el tema era tapa de todos los diarios. Pero la actividad política y la esperanza democrática iban en aumento.

Por esos días, se ultimaban detalles de la futura ley para convocar a elecciones nacionales y comunales y se analizaban proyectos de leyes de pacificación nacional y de defensa de la democracia.

También se evaluaba restituir el derecho a huelga suspendido en marzo de 1976 y la actividad sindical volvía a tomar fuerza.

La cartelera de cine ofrecía el estreno de una película que haría historia: “Rambo: primera sangre”. Otras opciones eran “Los fierecillos se divierten”, “El profesor patagónico” o “La laguna azul”.

La grilla televisiva de Canal 8 y Canal 10 proponía opciones como “A la manera de Sofovich”, “Chapulín” y “Chavo”, “Señorita maestra”, “Buenas noches Argentina”, “Amor gitano”, “El show de Benny Hills”, “Desde el ring” y un micro llamado “El deporte que vemos”, con Mario Trucco.

En fútbol, el Campeonato Nacional entraba en etapa de decisiones. En la tarde del 25 de mayo se definían los pasajes a las semifinales. Racing -Estudiantes, Argentinos -River, Independiente -Racing de Córdoba y Temperley -Rosario Central eran los duelos por la revancha de los cuartos de final.

Además, Guillermo Vilas y José Luis Clerc disfrutaban de un debut triunfal en Roland Garrós.

Inundación

La dramática inundación que sufrieron las provincias de Chaco y Formosa fue uno de los temas que acaparó la agenda en mayo de 1983.

A causa de las bajas temperaturas y las fuertes lluvias en las cuencas del río Paraná, para fines de abril de 1983 las marcas del río Paraguay ya marcaban en el puerto formoseño 8,90 metros de altura. Las provincias de Santa Fe, Misiones, Corrientes y Chaco ya estaban en emergencia desde hacía casi un mes, incluso el puerto de Barranqueras había desaparecido bajo las aguas que no paraban de crecer.

Formosa fue declarada en estado de emergencia, las aguas del Paraguay habían sobrepasado los 9 metros y el desastre comenzó a acentuarse primero en las zonas isleñas y ribereñas, y después en los barrios periféricos de la capital y localidades cercanas, rodeando amenazante los centros poblados sin defensas, sin elementos válidos que pudieran hacer frente a semejante desborde.
Las aguas arrasaron localidades como Clorinda y Herradura, y cortó rutas y caminos.

El 31 de mayo de 1983, el río llegó a su marca máxima: 10,73 metros. De este modo, mantuvo a la ciudad de Formosa en el peor de los caos: las escuelas transformadas en centros de evacuados, las clases suspendidas, los servicios básicos prestados con deficiencia, supermercados desabastecidos, comercios que cerraban, productores que perdían todo y más de 10.000 formoseños que decidieron irse.

Se montaron más de 75 centros de evacuados en toda la ciudad: En total, hubo cerca de 70 mil damnificados.

Todo el país estuvo pendiente del drama de la inundación y Mar del Plata fue una de las ciudades adonde trasladaron evacuados.

De hecho, la tapa de LA CAPITAL del 25 de mayo anuncia entre sus títulos principales: “Evacúan niños en Chaco y Formosa. Llegan al aeropuerto de Camet dos contingentes”. En concreto, se anunciaba para el día siguiente la llegada de 400 chicos.
La edición del 27 de mayo refleja una “cálida acogida a niños evacuados de Formosa”.

Ley electoral

El final del gobierno militar y el esperado regreso de la democracia ya se palpaba. De hecho, un día como hoy hace 40 años, el gobierno trataba la ley electoral.

Se ultimaban detalles de la futura ley para convocar a elecciones nacionales y comunales mientras se aguardaba que la Junta Militar aprobara el proyecto que después sería elevado a la CAL (Comisión de Asesoramiento Legislativo). También se analizaban proyectos de leyes de pacificación nacional y de defensa de la democracia que habían sido criticados.

Otro dato que refleja el clima de época: la CAL analizaba por esos días un proyecto para restituir el derecho a huelga. La ley 21.261, establecida en marzo de 1976, suspendió transitoriamente las medidas de fuerza, prohibiéndose por lo tanto el ejercicio del derecho de huelga.

En los primeros tiempos y desarticuladas las organizaciones obreras, existieron pocos intentos destinados a desobedecer la rigidez prohibitiva.

“No obstante, para 1983 reorganizados en parte los sindicatos y ante la disminución en el rigor impuesto por las autoridades, afloraron incipientes paros y luego manifestaciones públicas que, de algún modo, reemplazaron en sus propósitos a lo que generalmente se busca con las huelgas”, destacaba en una columna LA CAPITAL.

Marcha

El rechazo a la dictadura y su accionar cada vez quedaba más al descubierto. El 9 de mayo de 1983, en ocasión de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido y a días de la publicación del Informe Final de la Junta, militantes encabezados por Adolfo Pérez Esquivel iniciaron un ayuno para denunciar la estrategia militar que buscaba garantizar la impunidad de sus crímenes, bajo el lema “No matarás ni con hambre ni con balas”.

Pérez Esquivel denunciaba en aquellos días la estrategia militar para garantizar la impunidad de sus crímenes.

El 20 de mayo, alrededor de 30 mil personas marcharon pacíficamente desde el Bajo hasta el Congreso de la Nación y reclamaron por los desaparecidos. Se escucharon consignas de tono subido contra el gobierno militar. Encabezó la manifestación Adolfo Pérez Esquivel quien llevaba once días de ayuno.

Las consecuencias del modelo económico también se sentían. Por esos días, dirigentes de la UIA reclamaron al ministro de Economía, Jorge Wehbe, medidas para bajar la tasa de interés, eliminar las restricciones, una política de precios y un plan de reactivación industrial.

También generó repercusión la decisión de las centrales obreras de rechazar una invitación oficial para viajar a una asamblea de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Jorge Wehbe, último ministro de Economía del “Proceso de Reorganización Nacional”.

El presidente Reynaldo Bignone consideró que la postura de los gremios fue “lamentable”. De todas maneras, afirmó que el gobierno “continuará dando los pasos necesarios para lograr la normalización gremial con total prescindencia e imparcialidad respecto a las diferencias internas que en ese campo existían”.

El gobierno de facto, presidido por el general Bignone, analizaba hace 40 años la Ley Electoral.

Pesca ilegal

En Mar del Plata también era noticia la presencia de una importante flota de pesqueros extranjeros en plena actividad en el Mar Argentino. Lo denunció el capitán de corbeta Milciades Espoz, dando cuenta que ello se debía a la falta de una conciencia pesquera nacional y de la legislación adecuada que confiere al marco legal que regula la actividad.