Por Ramiro Melucci

“Está muy enojado. Muy”. El intendente no dijo públicamente una sola palabra sobre los movimientos de la interna bonaerense del PRO. Pero tiene una postura clara y lo que ha sucedido en los últimos días va en contra de lo que supone la mejor estrategia para competir contra Axel Kicillof. A diferencia de lo que quedó estampado en el pacto que firmaron Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, reclama una candidatura de consenso. Como la gran mayoría de los intendentes.

Por todo eso no es casual que cerca del jefe comunal reflejen el enfado que le generó la definición de que la estrategia elegida es la de la V (con internas en la categoría presidencial y en la de gobernador y candidatura única en las ciudades gobernadas por Juntos) y no la de la Y, que implica una sola fórmula para la gobernación.

“Lo que pasó jodió mucho. Justo cuando estábamos hablando para buscar la mejor alternativa. Este es uno de los motivos por los cuales Guillermo todavía no definió qué va a hacer”, advierten en su entorno. Pero no dan la cuestión por cerrada y anhelan que la presión que ejercen los intendentes del PRO, el radicalismo alineado con Maximiliano Abad y los números que surgen de las encuestas cambien la decisión.

Le apuntan a Larreta. Es el que se niega a compartir con Bullrich al candidato de Juntos por el Cambio que mejor mide en la provincia, Diego Santilli, o a evaluar un nombre de consenso. Interpretan, en cambio, que si el dedo de Bullrich se posó en el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, es porque la exministra de Seguridad alberga alguna posibilidad de entendimiento. “Distinto hubiera sido si elegía a Cristian Ritondo –marcan–. Llegado el caso, no lo hubiera podido frenar nadie”. 

“Este es uno de los motivos por los que Guillermo todavía no definió qué va a hacer”, advierten en el entorno del intendente en relación con la interna provincial.

Los intendentes Julio Garro (La Plata), Héctor Gay (Bahía Blanca), Ezequiel Galli (Olavarría) y Pablo Petrecca (Junín) dieron muestras en los últimos días de sus discrepancias con la estrategia de la V. Abad, socio clave de Montenegro en el municipio, lo dijo ante cada micrófono que le pusieron adelante: la lista única “genera mejores condiciones” para ganar la provincia porque será una elección de tercios (también Cristina Kirchner lo sostuvo en la entrevista con C5N). En el mismo sentido se pronunció el titular del PRO en la ciudad, Emiliano Giri, con una foto junto a Santilli.

Nunca como en los últimos días el sueño de desbancar a Kicillof devino pesadilla para Juntos por el Cambio en este rincón del suelo bonaerense. Una pesadilla en la que se ve el zócalo de los canales de televisión en la noche de las PASO con el gobernador arriba, el candidato que ofrezca Javier Milei segundo y los precandidatos de Juntos tercero y cuarto. El hombre de Milei se transformaría así en el “voto útil” para las elecciones generales contra el kirchnerismo en la provincia.

“Es mucho más necesaria la unidad en la Provincia que en la Ciudad de Buenos Aires”, sostienen cerca de Abad. Especifican tres motivos: la Provincia, a diferencia de la Ciudad, es un bastión peronista gobernado por el Frente de Todos; se verifica un declive de la marca Juntos por el Cambio y un crecimiento de Milei que mengua las chances de cambiar el signo político, y no hay balotaje, por lo que es clave entrar al menos segundo en las PASO para que el voto antikirchnerista lo represente JxC y no el candidato de Milei.

Nunca como en los últimos días el sueño de desbancar a Kicillof devino pesadilla para Juntos por el Cambio en este rincón del suelo bonaerense. 

¿Qué sucedería si los reclamos de unidad no son escuchados? “Va a ser imposible mantener la ecuanimidad. Cada intendente va a jugar con el candidato a gobernador que lleve en su lista a los diputados seccionales que impulse”, sostienen en el municipio. Y se harían más visibles las diferencias entre los distintos sectores de la coalición, aun en ciudades como Mar del Plata en que presentan un buen maquillaje. Todo eso al margen de la gran duda que carcome a la oposición bonaerense en estos días: si Kicillof decidirá o no un desdoblamiento de los comicios generales respecto de los nacionales.

Escépticos ante esa opción, en el kirchnerismo vernáculo siguen de cerca a los presidenciables. La noticia de que Cristina Fernández de Kirchner no será candidata a nada no los sorprendió del todo. Estimaban que no iría por la presidencia, pero deseaban que al menos encabezara la lista para el Senado o el Parlasur. La negativa abre con más ímpetu el debate interno sobre si es el Frente de Todos debe ofrecer un solo candidato presidencial o competir con más de un postulante en las PASO.

La jefa del Frente de Todos local, Fernanda Raverta, se mostró con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que es como ella uno de los “hijos de la generación diezmada” a los que aludió la vicepresidenta en su entrevista del jueves. La directora de Anses también mira a Sergio Massa, otro de los destacados por la vicepresidenta por agarrar “la papa caliente” de la economía. Los dos tienen expectativas presidenciales. Uno sería la opción kirchnerista si hay competencia en las PASO; el otro solo acepta si hay una fórmula consensuada.

Raverta y De Pedro compartieron el viernes agenda en Mar del Plata.

Mientras, el director del Correo Argentino en Mar del Plata, Rodolfo “Manino” Iriart, imita a Daniel Scioli con el reclamo de que se abra el juego en las PASO. Adjudica parte de la debacle electoral de 2021 en la provincia a la imposibilidad de que eso sucediera, y ya se muestra como candidato local para el caso de que el exgobernador esté en la grilla nacional.

Raverta se prepara para ser la única candidata del espacio o para afrontar la competencia en las PASO. En su entorno condimentan la puja interna mostrando pergaminos: acaba de ser designada vicepresidenta primera del Congreso del PJ nacional, el órgano partidario que define las alianzas. Con ritmo de campaña, ayer encabezó el “Congreso por el trabajo y la producción”, una muestra de las políticas que alentaría en el plano laboral para Mar del Plata.

Los acuerdos o desacuerdos preelectorales empiezan a ocupar todo el escenario. La política ya entró en tiempo de descuento para la presentación de alianzas (el 14 de junio) y de listas (el 24), pero los asuntos municipales volverán a tener protagonismo esta semana, con el tratamiento de las rendiciones de cuentas 2022 del gobierno local. El martes, el recinto del Concejo Deliberante se parecerá a un ring. En un rincón estarán los defensores de la gestión municipal en un contexto dominado por la inflación. En el otro, los detractores del uso de los fondos públicos que hace Montenegro. Es una pelea preliminar, pero hay que prestarle atención: se probarán golpes pensando en la de fondo.