“No queremos idealizar la vida comunitaria, no la estamos criticando porque es la que elegimos (para vivir), pero tampoco hicimos una oda a la comunidad, lo interesante es que mostramos lo verdadero”, evaluó Marcos Janna, director de “Como si fuera el agua”, su primera película como director y un filme que se respalda en un amplio trabajo colaborativo.

Es que es una historia filmada en comunidad sobre lo que implica vivir en una comunidad actual. No al estilo de las comunidades hippies de los ´60 y ´70, sino las que surgen en torno a la vida sustentable, en ecovillas y que tienen a la permacultura como filosofía de vida y paradigma general.

“Como si fuera el agua” se estrenará este sábado a las 20 en El Galpón de las Artes (Jujuy 2755), con la presencia del equipo que la realizó: actuaron Santiago Maisonnave, Cecilia Dondero, Alejandra Borges, Daniel Rivas, Alex Ten Have, Hernán Genovese, Néstor González. Y también participaron vecinas y vecinos de varios barrios del sur marplatense y un amplio equipo técnico.

“Lo interesante es mostrar lo verdadero, por lo menos lo que nosotros nos pasa adentro de una comunidad, la película tiene esa particularidad que de otro modo no se lograría, un poco cuenta nuestras propias historias y eso se plasma, no es una visión externa de un tema, si no que es bien desde adentro”, aclaró Janna.

Aunque no se encuadra dentro de un género puro, el filme tiene condimentos vinculados al drama y a los vínculos humanos. “Es la crisis de una familia que vive adentro de una comunidad y de pronto un agente externo hace que todo eso aflore”, relató el director.

El filme es el resultado de un trabajo realizado por la Cooperativa Caracoles, espacio que, a su vez, integra la Cooperativa Caminantes. Se trata de un colectivo que, desde 2006, se dedica a temas vinculados a la construcción natural, a la educación y a la permacultura.

Con un presupuesto acotado, la película se grabó en nueve jornadas en barrios como Playa Serena, San Patricio y Monte Varela, mientras que la escritura del guion llevó más de un año. Así surgió un largometraje de una hora quince.

“Fue un proyecto que escribimos para Fomeca (Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual) y en enero del año pasado empezamos a crear la historia, a escribir el guión y salió ahí de forma conjunta, colaborativa”, agregó el realizador.

“Jugamos bastante con la narrativa y pintamos lo que es propio del sur de la ciudad, el paisaje del lugar, la vida comunitaria, en ese borde de la ciudad lindando con el campo“, agregó el realizador, quien tiene previsto enviar el filmes a festivales de cine y seguir presentándola en diversos espacios de Mar del Plata.