Vinculan la duración de las llamadas del celular con más riesgo de hipertensión
Casi tres cuartas partes de la población mundial mayor de 10 años tiene un teléfono móvil. Unos 1.300 millones de adultos de entre 30 y 79 años padecen hipertensión, de acuerdo con la OMS.
Hablar por el teléfono celular 30 minutos o más a la semana se relaciona con un aumento del riesgo (12 %) de hipertensión arterial frente a conversaciones más cortas, aunque los autores de la investigación señalan que se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos.
La investigación, que publica European Heart Journal y firma un equipo chino, analizó datos de más de 212.000 personas, con edades entre 37 a 73 años, sin hipertensión arterial y de los que un 88 % se definían como usuarios de móviles. El seguimiento medio fue de doce años.
“Lo importante para la salud cardíaca es el número de minutos que la gente pasa hablando por el móvil; más minutos significa más riesgo”, según el líder del estudio, Xianhui Qin, de la Universidad Médica del Sur (China), citado por la Sociedad Europea de Cardiología.
Los resultados del estudio indican que “el uso del teléfono móvil para hacer o recibir llamadas se asoció significativamente con un mayor riesgo de hipertensión de nueva aparición, especialmente entre los usuarios de alta frecuencia”.
Los móviles emiten niveles bajos de energía de radiofrecuencia, que se han relacionado con aumentos de la presión arterial tras una exposición de corta duración, pero estudios previos hechos sobre esta materia no eran coherentes, posiblemente porque incluían todos los usos del teléfono no solo las llamadas.
La información sobre el uso del móvil se recogió mediante un cuestionario autodeclarado por los participantes al inicio del estudio, que incluía los años de uso, las horas semanales y el uso de un dispositivo manos libres/altavoz.
Durante los años de seguimiento, el 7 % de los participantes desarrollaron hipertensión y los usuarios de móviles tenían un riesgo de hipertensión un 7 % mayor que los no usuarios. Los que hablaban por el móvil 30 minutos o más a la semana tenían un 12 % más de probabilidades de sufrir hipertensión de nueva aparición que los que dedicaban menos de media hora. Los resultados fueron similares para mujeres y hombres.
En comparación con los participantes que dedicaban menos de 5 minutos a la semana a hacer o recibir llamadas, el tiempo de uso semanal de 30-59 minutos, 1-3 horas, 4-6 horas y más de 6 horas se asociaba a un aumento del riesgo de hipertensión del 8 %, 13 %, 16 % y 25 %, respectivamente.
Entre los usuarios de teléfonos móviles, los años de uso y el empleo de un dispositivo manos libres/altavoz no se relacionaron significativamente con el desarrollo de hipertensión.
Los resultados analizados estaban ajustados por valores como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, la raza, la educación o el uso de medicamentos para el colesterol y la glucosa.
Los investigadores también examinaron si los participantes tenían algún riesgo genético para lo que se usaron datos del Biobanco del Reino Unido.
La probabilidad de desarrollar hipertensión arterial era mayor en las personas con alto riesgo genético que pasaban al menos 30 minutos a la semana hablando por el móvil.
Ese grupo tenían un 33 % más de probabilidades de padecer hipertensión en comparación con las personas con bajo riesgo genético que pasaban menos de 30 minutos a la semana al teléfono.
Los resultados sugieren que hablar por el móvil “puede no afectar al riesgo de desarrollar hipertensión arterial siempre que el tiempo semanal de llamada se mantenga por debajo de media hora”, señalo Qin.
El investigador añadió que “se necesitan más investigaciones para replicar los resultados, pero hasta entonces parece prudente mantener las llamadas de móvil al mínimo para preservar la salud del corazón”.
Casi tres cuartas partes de la población mundial mayor de 10 años tiene un móvil, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, mientras unos 1.300 millones de adultos de entre 30 y 79 años padecen hipertensión, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
EFE.