El enfrentamiento en la Provincia entre oficialismo y oposición suma un nuevo capítulo, con Mar del Plata como protagonista. Concretamente, en relación a las obras que deben realizarse en la Rambla local. Ante la demora en la toma de decisiones y luego de haberse variado lo oportunamente consensuado entre los legisladores marplatenses Maxi Abad (presidente del bloque de diputados de Juntos) y el senador Alejandro Rabinovich (presidente del bloque de Juntos) con representantes del oficialismo en la legislatura y en el Ejecutivo, todo “explotó” en las últimas horas. “Hasta que no cumplan con lo que se dialogó y oportunamente se estableció, nuestros bloques no tratarán ninguna iniciativa, ni en Diputados ni en Senadores, que baje del gobernador”, anunciaron a dúo Rabinovich y Abad en las últimas horas.

Martín Insaurralde, jefe de Gabinete del gobierno provincial, Teresa García, presidenta del bloque del Frente de Todos en el Senado, y la vicegobernadora, Verónica Magario, escucharon de parte de los dos legisladores de la ciudad el ultimátum. Cabe recordar que a fines del año pasado se negoció la inclusión expresa en el presupuesto provincial -lo cual finalmente se aprobó- de una partida de mil millones de pesos para las tareas de reparación y puesta en valor de la Rambla. Incluso el gobernador Axel Kicillof resaltó la importancia de esta iniciativa. El acuerdo contemplaba la firma de un convenio con la municipalidad para que desde aquí se realizara el llamado a licitación. “Ahora cambiaron todo para complicar y demorar este trabajo”, resaltan cerca tanto de Rabinovich como de Abad.

Es que, según lo detalló el Gobierno bonaerense en el Boletín Oficial, el proyecto de la obra será elaborado por el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano. Se destinarán hasta mil millones de pesos y se tendrá en cuenta un “abordaje multidisciplinario” que contemple los aspectos turísticos y de urbanismo de este sitio histórico de la ciudad. En los fundamentos de la medida se indicó que “por el artículo 80 de la Ley N° 15.394 de Presupuesto de Gastos y Recursos de la Administración Provincial para el Ejercicio 2023, se autorizó al Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires a destinar la suma de hasta pesos un mil millones para la puesta en valor de la obra Rambla Casino-Hotel Provincial Mar del Plata”. “El espacio aludido representa un sitio icónico de Mar del Plata y se encuentra ubicado en la zona céntrica de dicha ciudad”, se reseñó. Además, se especificó que “la rambla del Casino y del Hotel Provincial de la ciudad de Mar del Plata, contemplada de manera abarcativa, con sus monumentos, espacios públicos y demás bienes que la conforman, requiere para su puesta en valor un abordaje multidisciplinario, que contemple los aspectos turísticos y de urbanismo presentes en ese sitio del municipio de General Pueyrredon”.

“Uno sabe cómo terminan estas cosas porque hay antecedentes cercanos. Lo único que se pretende con esta decisión de otorgar el proyecto al Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano es dilatar todo. El monto ya está establecido, primariamente era de 500 millones y logró duplicarse en las negociaciones y acuerdos entre oficialismo y oposición para sacar adelante el presupuesto provincial y cuesta entender por qué no avanzaron como oportunamente se acordó”, refirió un hombre cercano al radical Maxi Abad (cabe recordar que el marplatense está anotado en la carrera hacia la gobernación), quien reiteró que “si no aceleran lamentablemente se frenarán algunas propuestas que lleguen desde el Ejecutivo provincial”. En definitiva, se abre una nueva polémica y enfrentamiento entre oficialismo y oposición en el ámbito bonaerense.

El tercer renunciamiento tuvo cierto sabor marplatense. Primero fue Cristina Fernández de Kirchner, anunciando su decisión de no presentarse como candidata a ningún cargo público en medio de su feroz pelea con la justicia. Meses más tarde llegó el anuncio del ex presidente Mauricio Macri, a través de un video en redes, tras haber “coqueteado” con la posibilidad de jugar el segundo tiempo. El viernes fue el turno del actual jefe del Estado, Alberto Fernández, quien en medio de una fuerte interna confirmó que no buscará la reelección. Horas antes, el presidente estuvo en Mar del Plata y antes de participar en el acto de reinauguración de la Casa sobre el Arroyo, se reunió en Chapadmalal con sus ministros más cercanos -se encontraban entre otros Victoria Tolosa Paz y Gabriel Katopodis- y con “amigos” peronistas de la ciudad, entre los que se encontraban el director del Correo Argentino y ex diputado provincial, Rodolfo “Manino” Iriart, su esposa y actual legisladora provincial, Débora Indarte y Eduardo Niella, entre otros (al menos fueron quienes subieron fotos en sus redes de esos informales encuentros). Fernández quiso “sondear” y escuchar para terminar de definir la decisión que venía masticando.

“Me tocaron cuatro años horribles pero aun así nunca nos detuvimos”, dijo en la Casa del Puente, antes de su renunciamiento. En Chapadmalal, en la previa del acto, un locuaz Fernández adelantaba que “si Cristina renuncia, renuncio yo también y le damos paso a una nueva generación”. Y aclaró, con respecto a lo de “nueva generación” que no se refería a jóvenes sino a quienes “no han tenido la oportunidad hasta ahora”. Según pudo reconstruirse, a través de los dichos en off por al menos cinco de los participantes de ese encuentro cerca del mar, el Presidente ilustró diciendo que “tenemos que hacer una nueva renovación del peronismo, como hicimos con Antonio (Cafiero) pero al revés: en vez de buscar a los dirigentes tenemos que ir en busca de la gente. Como en definitiva lo hizo Carlos Menem aquella vez”, añadió.

Aun estaban frescas las críticas del ministro del Interior, Wado de Pedro, a la actual conducción del Ministerio de Economía y sus dichos sobre “los funcionarios que no funcionan”, lo cual generó el rechazo de Alberto Fernández en esa charla quien sostuvo que se equivocaba al hablar en esos términos quien suena como un posible candidato presidencial por el kirchnerismo puro. De hecho, el Presidente también dejó algunos conceptos sobre la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. “Tengo una sola diferencia con Cristina y es su modo de construir política. Ella es imperial y yo creo en un modo democrático”, subrayó cuando aun no estaba decidido convocar a un equipo de la Secretaría de Medios para grabar el mensaje que al otro día se difundió en redes sobre su renunciamiento a la posibilidad de buscar la reelección. Otra “jugosa” parte de la charla se registró cuando el primer mandatario sostenía que hizo “esfuerzos sobrehumanos para conservar la unidad”, tras lo cual enfatizó que ahora “llegó la hora de conservar la unidad pero sin imposiciones, eligiendo a nuestros candidatos”.

Fernández, al igual que muchos dirigentes del PJ, creen que es necesario realizar una amplia interna en el marco de las PASO, con varios candidatos del Frente para la Victoria, teniendo en cuenta además que en la vereda de enfrente también se generará un importante caudal de votos en la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. “A nosotros -indicó Alberto Fernández minutos antes de ascender al helicóptero que lo trasladó hasta la Base Naval para desde allí dirigirse en automóvil hasta la Casa del Puente- nos sobran los candidatos. Daniel (por Scioli) puede ser. El Chivo (por Agustín Rossi) si quiere puede ser, al igual que Victoria (Por Tolosa Paz, allí presente). Ayer pensaba que también María Emilia Soria (actual intendenta de General Roca, Río Negro) puede ser una candidata”, sorprendió diciendo. Para finalmente apuntar que “candidatos nos sobran. Tenemos que decidirnos y hacerlo”, concluyó.

Sin la presencia del intendente municipal Guillermo Montenegro, ni de la titular de la Anses y máxima referente de la oposición en Mar del Plata, Fernanda Raverta, el Presidente presentó las reformas realizadas a la joya arquitectónica de Amancio Williams que recuperó su esplendor luego de una inversión de más de cien millones de pesos. Secundado por Tristán Bauer (Cultura), Gabriel Katopodis (Obras) y la actual responsable de la Casa sobre el Arroyo, Magalí Marazzo, Fernández contó que se enteró del lamentable estado en el que se encontraba ese espacio viendo el programa “En el camino”. “Escuché todo y pensé que era una locura, así que entré a las redes, escribí a la cuenta de la Casa y me contaron todos los detalles. Al primero que llamé -relató- fue a Tristán (Bauer) y él me contestó “¡cómo no voy a conocer la Casa del Puente si la construyó mi abuelo!”.

El 22 de enero de 1997, instantes después de haber sido elegida Reina Nacional del Mar en una fiesta de la que participaron Sergio Denis, Luis Aguilé, Naty Mistral, Jairo, Nito Artaza y Miguel Angel Cherutti, rodeada por los periodistas, una rubia de 20 años señalaba tímidamente que intentaría representar a la ciudad de la mejor manera posible. Magalí Tamara Marazzo, 26 años después, al frente de la Casa sobre el Arroyo, al reinaugurarse está joya de la arquitectura mundial seguramente recordó lo dicho aquella noche junto al mar. Su trabajo silencioso a lo largo de los últimos años se coronó con la recuperación para el patrimonio cultural de Mar del Plata de la reconocida Casa del Puente, materia de estudio en las principales facultades de arquitectura del planeta. En el acto, Marazzo recibió elogios públicos del Presidente por las gestiones y tareas realizadas.

Quien también se mostró feliz, aunque tampoco estuvo presente en el acto, fue Gustavo Pulti. “Felicitaciones a todos los que se pusieron el proyecto al hombro desde que la compramos para el municipio en 2011”, recordó el ex intendente teniendo en cuenta que el inmueble fue adquirido durante su gestión. “Amancio Williams -expresó Pulti en las redes sociales de Acción Marplatense- tiene su auténtico homenaje y el patrimonio arquitectónico marplatense una reivindicación. El abandono superado es un logro”, agregó. A su entender, “el proyecto de la Casa sobre el Arroyo tuvo un destino mejor porque muchas y muchos no se resignaron. Felicitaciones. Mar del Plata abre otra ventana al mundo”, manifestó.

Ahora comienza una nueva etapa. Apagadas las luces de las cámaras, se constata que la Casa no cuenta con ningún empleado municipal, o al menos ese era el panorama al día siguiente de la reinauguración, cuando muchos marplatenses se acercaron al lugar con intenciones de visitarlo y vieron frustrada esa posibilidad. También será necesario reforzar la custodia de este valioso inmueble (hoy cuenta con un solo agente) para que no se reitere lo ya sucedido cuando la casa fue vandalizada. De hecho a las pocas horas se cayó una reja, y se cortó la luz. En tanto, según trascendió, el Gobierno nacional se dispone a aportar 50 millones de pesos más para licitar la obra para construir el acceso oficial y el ámbito de información de la casa. Está pendiente la firma de un convenio con Nación para la administración de la misma, se supo durante el acto, al tiempo que se analiza la compra de una manzana lindera para levantar allí un centro de interpretación también diseñado por Amancio Williams. “La Nación está dispuesta a realizar esta inversión. Sólo resta acelerar la firma de los convenios pertinentes”, expresaron desde el ministerio a cargo de Tristán Bauer.

Referencia obligada a nivel mundial de la arquitectura modernista del siglo XX, y declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, la casa fue diseñada entre 1943 y 1946 por Amancio Williams y su esposa, Delfina Gálvez Bunge y habitada por el compositor Alberto Williams alrededor de siete años, teniendo su estudio musical a la altura de la copa de los arboles. La familia precisamente se encargó de forestar la zona con especies exóticas. Entre ellas, aun hoy se puede apreciar la pareja del milenario Gingko Biloba del complejo universitario, que abastece de las semillas necesarias para reproducir la especie en la ciudad. También se destaca una conífera muy particular que hoy se encuentra en el terreno del Colegio Nacional Arturo Illia y la palmera Phoenix Canariensis en el terreno de la Casa sobre el Arroyo. La restauración de, según los entendidos, una de las diez casas más importantes del siglo XX a nivel global, confesaba Marazzo en uno de sus tantos viajes a Buenos Aires en el marco de las gestiones realizadas, “representa un claro posicionamiento en el respeto y el cuidado patrimonial, la preservación de la historia y la consolidación de un espacio cultural más para la comunidad”. Y añadía que la misma línea debería seguir el Parador Ariston.

A propósito, el Presidente se comprometió a recuperar otra gran pieza arquitectónica de la ciudad como lo es la ex confitería Ariston, abandonada en la zona sur de la ciudad, a metros de la ruta 11. “Antes de que finalice mi gobierno, el Ariston habrá de tener en marcha las obras para que esté recompuesto”, aseveró Alberto Fernández en relación a esta construcción que es la única obra del célebre arquitecto húngaro Marcel Breuer en todo el continente americano. “Cuando Magalí (por Marazzo) vino a mostrarme todo lo de la Casa sobre el Arroyo, me contó lo del Ariston. Hablaremos con sus dueños para que entiendan que no es patrimonio de ellos sino de todos”, dijo el Presidente, quien además adelantó que próximamente se iniciará la licitación del museo Castagnino, al tiempo que remarcó la continuidad de los trabajos en el Instituto Unzué.