Por Imane Rachidi

LA HAYA.- Países Bajos alentará a los estudiantes internacionales que quieran matricularse en sus facultades a aprender neerlandés y restringirá su cifra en algunos cursos, una respuesta a los llamamientos a frenar la creciente afluencia de jóvenes extranjeros atraídos por las carreras en inglés, que representan el 40 % del alumnado universitario.

Los planes presentados por el ministro neerlandés de Educación, Robbert Dijkgraaf, se titulan “Medidas para gestionar y orientar mejor la llegada de estudiantes internacionales” y son una respuesta a reclamaciones del Parlamento y las universidades, preocupados por la crítica falta de alojamiento estudiantil, que obligó el año pasado a muchos alumnos a cancelar sus planes, y por el desplazamiento del idioma local en las facultades, dada la popularidad del inglés.

“Es bueno que los estudiantes neerlandeses puedan estudiar en el extranjero y que los internacionales puedan estudiar aquí en Países Bajos (…), pero debe ser posible controlar ese flujo de estudiantes cuando sea necesario. Sin control, esto conduce a salas de conferencias abarrotadas, una gran carga de trabajo para los profesores, falta de alojamiento… y ejerce presión sobre la accesibilidad de los programas de estudio”, señaló el ministro.

En las universidades neerlandesas, el 40 % de los nuevos estudiantes procedían del extranjero el pasado septiembre, frente al 28 % de 2015. En otra cifra: en el curso actual, hay 115.000 estudiantes internacionales, lo que supone 3,5 veces más que en el año académico 2005-2006.

Los alumnos de países de la Unión Europea tienen accesibilidad fácil al sistema universitario neerlandés, puesto que, como norma general, se les exige sólo inglés y un pago de una tasa similar a la de los estudiantes neerlandeses, pero estas condiciones no se aplican a los alumnos de fuera de la UE, que deben pagar unas matrículas mucho más altas.

El gobierno quiere introducir una “gestión central” de lo que se llama “internacionalización de las universidades”, la presencia de estudiantes extranjeros en las facultades del país, y pide a las instituciones educativas que “preserven y fortalezcan el idioma neerlandés”, porque “un mejor dominio del neerlandés aumenta las oportunidades en el mercado laboral” local y la posibilidad de que esos estudiantes quieran y puedan quedarse a trabajar en Países Bajos.

“Estas medidas (idiomáticas) se elaborarán en un nuevo proyecto de ley. El punto de partida de que la educación se proporciona en neerlandés permanece sin cambios. El neerlandés es y sigue siendo el idioma principal, estando las excepciones permitidas mejor definidas para hacer posible la supervisión”, señala el Ejecutivo en una carta. Ya ha comenzado a redactar la nueva legislación, para que pueda entrar en vigor en septiembre de 2024.

Entre otras medidas, se crearán opciones adicionales para recurrir al “Numerus Fixus”, el proceso por el que las universidades seleccionan estudiantes en las titulaciones populares cuando hay una gran demanda de plazas y los requisitos de acceso no son complicados, lo que, de usarse en programas en inglés, aumenta la accesibilidad a los estudios en neerlandés.

Las nuevas medidas, señala el Ejecutivo, dejan expresamente espacio para la “personalización”, como, por ejemplo, que se tengan en cuenta sectores estratégicos como la tecnología y aquellos que tienen una gran necesidad de personal.

“Países Bajos no es una isla; al contrario, somos uno de los países más conectados a nivel internacional. (…) Con un enfoque específico y a largo plazo, quiero evitar que la calidad de nuestras universidades se vea tan presionada que socave nuestra posición de liderazgo internacional. Quiero apoyar esa posición. Además de un acelerador, también necesitamos un freno y, sobre todo, un volante”, describió Dijkgraaf.

El ministro dice que anunciará en “un futuro próximo” cómo pretende intervenir en el sistema universitario si este “amenaza con estar en peligro” por la gran afluencia de alumnos de otros países.

Además, buscará más acuerdos administrativos con las universidades, antes de este verano, que ayuden a administrar mejor la situación y para reclutar activamente alumnos en el extranjero solo para carreras que tengan escasez en el mercado laboral local, guiarlos mejor para que busquen trabajo dentro de Países Bajos, que las facultades tengan el neerlandés como idioma administrativo y que den mejor información sobre el alojamiento.

El año pasado, varias universidades pidieron a los estudiantes extranjeros que no acudieran a Países Bajos a menos que hubieran encontrado un lugar donde vivir antes de verano.

EFE.