El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró a Colombia como un socio “clave” en la región y prometió una tarea común que refuerce “la democracia, la libertad y la paz”, en un encuentro que mantuvo con su par Gustavo Petro quien, a su vez, logró la promesa del norteamericano de instar al FMI a canjear deuda “por acción climática”.

Biden recibió en el Salón Oval de la Casa Blanca a Petro, el primer presidente colombiano de izquierda, en un encuentro cargado de elogios cruzados, promesas de trabajo en común y valoraciones sobre la agenda compartida.

Biden destacó que Colombia es “una piedra angular” en América Latina y un socio “clave” en la región y Petro se permitió definir el vínculo personal entre ambos como el de “grandes amigos”, según escribió en su cuenta de la red Twitter con una imagen del encuentro.

“Tenemos una oportunidad si trabajamos lo suficientemente duro para tener un Hemisferio Occidental unido, igualitario, democrático, y económicamente próspero”, remarcó Biden antes de comenzar las conversaciones, ante la prensa y sin que se acepten preguntas.

El mandatario demócrata tuvo palabras de elogio para su invitado, con quien trabaja contra “los niveles históricos de migración”, especialmente en la selva de Darién.

Le agradeció Biden a Petro la “hospitalidad” a los refugiados venezolanos, un acto que calificó de “humanitario y generoso”.

A su turno, Petro afirmó que América tiene en común que se desarrolló “bajo el concepto de democracia y la libertad” y valoró que “casi nunca ha habido guerra” entre los países.

“Si juntamos estos dos pilares, el político de democracia, libertad y paz con el económico que nos demanda una economía descarbonizada creo que encontramos nuestro destino común: una América que puede ser faro de la humanidad”, afirmó, en una línea similar a la que esbozó ayer ante el Consejo Permanente de la OEA.

Y siguió: “Hoy la humanidad demanda para conservar la vida una transformación económica profunda; tenemos que pasar del capital fósil, de la acumulación que crece como un huracán, cada vez más ampliamente demandando energías que extinguen la humanidad y la vida, a una economía que no use carbón, petróleo o gas”.

En la previa del encuentro ninguno de los dos mandatarios mencionó la cuestión Venezuela, aunque se da por hecho que estuvo en la conversación.

La semana próxima Bogotá será sede de una conferencia internacional sobre Venezuela, en busca de destrabar el diálogo entre Gobierno y oposición, y EEUU enviará representantes.

Aunque Petro viene reclamando el cese de las sanciones a Caracas, Washington anunció que las mantendrá hasta que vea señales concretas de un camino hacia la democratización y hacia elecciones libres.

También analizaron los dos presidentes la política antidroga, que Biden mencionó de pasada ante la prensa con el compromiso de que ambos “trabajan juntos para combatir el narcotráfico”.

El exguerrillero es crítico con la guerra antidrogas respaldada por Estados Unidos y propone centrarse en el consumo más que en la producción, y cesar la persecución de los pequeños cultivadores.

“Nosotros creemos que la guerra contra las drogas ha fracasado” y “queremos abrir la discusión sobre este tema y cómo se articula la política internacional de las drogas con el crecimiento de la violencia en toda América y la violencia en Colombia”, dijo antes de entrar a la sede gubernamental.

El cambio de enfoque que propone Petro para la lucha antidrogas forma parte de la política de “paz total” con la que aspira a poner fin a más de seis décadas de violencia en Colombia.

El jefe del Palacio de Nariño se llevó otros dos logros: primero, dijo que Biden “se sintió identificado con la propuesta de cambio de deuda en todo el mundo por acción climática” y que le propondrá eso al FMI; y segundo, apenas horas antes el mandatario estadounidense había anunciado un aporte de 500 millones de dólares para el Fondo Verde, que busca salvar la Amazonía.

Hasta acá, únicamente Noruega, Alemania y Petrobras habían invertido en ese fondo.

Según difundió la Presidencia colombiana, Petro reveló además que habrá un trabajo en común para la construcción de la Alianza por el Progreso para desarrollar energías limpias en las Américas, y fortalecer la reforma agraria para que los campesinos cultiven otros productos diferentes a la coca, de modo de permitir una lucha “más eficaz contra la droga”.

Atento a la chance de que no todo fuera acuerdo en la charla, Petro había señalado antes de su cita que se trataba de “un encuentro de dos personas que son diferentes, obviamente, pero que tienen unos puntos de común en la agenda internacional”. “Indudablemente hay diferencias”, insistió.

Para el presidente colombiano la cita con Biden fue el punto central de su paso por Estados Unidos, donde está desde el lunes.

Además, se entrevistó con la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y con el demócrata Jim McGovern.

Acompañaron al mandatario los ministros de Exteriores, Álvaro Leyva; de Justicia, Néstor Osuna; y de Defensa, Iván Velásquez; el embajador Luis Gilberto Murillo; la jefa de Gabinete, Laura Sanabria; y los titulares del Congreso, el senador Roy Barreras y el representante David Racero.