A 36 años del “acuartelamiento” de la dirigencia política balcarceña en defensa de la democracia
El intendente, funcionarios y todos los concejales permanecieron en la Municipalidad ante el movimiento carapintada. Fueron tres días y noches de vigilia.
La clase política estuvo tres días encerrada.
Por Sebastián Plaza
BALCARCE (Corresponsal).- La Semana Santa del año 1987 fue especial en Argentina por el acuartelamiento que protagonizó el coronel Aldo Rico y con ello la posibilidad de una nueva interrupción de la democracia. Esta situación se vivió de manera singular en Balcarce porque toda la dirigencia política decidió permanecer en el palacio municipal con vistas a “hacerle el aguante” a la democracia.
El intendente Rafael Galindo convocó a todo el arco político a resistir de alguna manera la posibilidad de un golpe de estado con la idea de no entregar la comuna ante la posible llegada de una delegación militar para hacerse cargo del poder.
El por entonces secretario de Gobierno con licencia por estar próximo a asumir como concejal por la UCR, Ricardo Stoppani, y el concejal del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Oscar Adobbati, contaron cómo fue esa experiencia en una ciudad como Balcarce.
“Nos quedamos en la Municipalidad durante varios días. Recuerdo que había un periodista, Luis Ponce, que estaba al frente de una radio que se llamaba Resistencia Democrática y a través de ese medio nos manteníamos informados. También sirvió para que pudiéramos brindar nuestro mensaje”, recordó Stoppani.
Por su parte, Adobbati mencionó que “fuimos todos al llamado de Galindo: los concejales del justicialismo, los de la Unión Vecinal y yo como representante del MID. Las fuerzas de la oposición sumábamos más que el oficialismo. Esperando que la situación se resolviera pero en la creencia de que podrían venir a tomar la Municipalidad”.
La resistencia
Hoy permanecer 72 horas en un lugar cerrado y más aún habiendo vivido una pandemia parecería hasta normal y fácil de llevar. La diferencia con aquella época era que no existían celulares, deliverys y los medios de comunicación no transmitían en vivo desde fuera de los estudios para seguir el minuto a minuto.
Oscar Adobbati
Ricardo Stoppani
“Estuvimos tres días dentro del palacio municipal. Inclusive pasamos las noches allí. Como no había computadoras ni celulares teníamos que hacer alguna salida circunstancial. De hecho como no teníamos contacto con el exterior tuvimos que contactar con una radio”, indicó el ex concejal.
Las autoridades encontraron en la radio un medio para poder transmitir a la comunidad la decisión que habían tomado sabiendo que la información era escasa en general. “La idea era poder sumar a la población en caso de que nos viéramos cercados. También sabíamos que la población no lo vivió de esta manera pero el ámbito político sí”, admitió.
Stoppani hizo hincapié en ponerle “la cara” a esa situación. “Estábamos preparados para lo que viniera aunque, por supuesto, de manera pacífica. Nadie pensó en ninguna movida para armar a la gente o hacer algo por si llegaba algún comisionado del Ejército”, aseguró.
En tanto, Adobbati expresó que “no recuerdo si se hizo algún comunicado en conjunto pero la idea era resistir sin armas sólo con una presencia civil para no ceder la Municipalidad, Ahí sí que había unanimidad con la idea de que no se podía volver atrás”.
La vigilia duró tres días por la dilación que había en la llegada de la información y también porque las decisiones de los golpes de facto tardaban en llegar al interior. “Siempre los golpes se daban en las grandes ciudades y a los pocos días bajaban los militares a cada uno de los pueblos. Si hubiera existido un golpe hubieran llegado”, apuntó Adobbati.
El funcionario de aquella época reconoció que al principio había mucha incertidumbre de lo que iba a pasar. “Con el correr de los días nos fuimos enterando que la cuestión estaba concentrada en los estratos medios militares y que la posibilidad del derrocamiento se alejaba. De todos modos, todo esto fue un marco de inestabilidad que también se vivió en Balcarce”.
La democracia
La primera sublevación carapintada fue en la Semana Santa del 87 y después existieron dos más ante la decisión de Alfonsín de juzgar a las juntas militares y la presunción de que se iba a extender sin límites al resto de los integrantes de las fuerzas armadas.
“El valor de mantener el sistema era lo que nos unía a todos los partidos políticos. La realidad era que no queríamos volver atrás. A casi 40 años todavía seguimos en un aprendizaje constante”, afirmó Stoppani.
Y resaltó que “en ese momento recibimos el acompañamiento de todos los sectores políticos. El que era candidato a gobernador, Antonio Cafiero, estuvo al lado de Raúl Alfonsín y a nivel local todos los partidos de la oposición estuvieron con Rafael Galindo, Estuvimos haciendo el aguante de toda esta situación. Fueron momentos difíciles pero finalmente prevaleció la democracia con errores y aciertos”.
Oscar Adobbati reflexionó que después del fracaso del llamado Proceso de Reorganización Nacional por la guerra, la economía y la feroz represión existieron tres levantamientos militares. “Después nos enterábamos de que en realidad no era contra la democracia ni el presidente sino contra los mandos militares que no se hacían cargo de las atrocidades realizadas”, apuntó.
El representante del MID manifestó que la incertidumbre concluyó cuando Alfonsín anunció en Plaza de Mayo la famosa frase “la casa está en orden” y con ello punto final a la posibilidad de un nuevo derramamiento de sangre en la Argentina.