El obispo Gabriel Mestre presidió hoy la misa por el 47° Aniversario del asesinato de Coca Maggi en la Iglesia Catedral. Mestre invitó a reconocer el testimonio de Coca como mujer de paz y pacificadora en tiempos difíciles.

El homenaje fue organizado por la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Mar del Plata por un nuevo aniversario del asesinato de María del Carmen Maggi, Decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica Stella Maris y estrecha colaboradora del Cardenal Pironio.

Homilía 

A la luz del Evangelio de Juan 5 31-47, el padre obispo Gabriel Mestre en su homilía se apoya en la palabra “testimonio”, la misma que utiliza Jesús con algunos judíos de su época, para indicar que la vida de Coca Maggi es un claro “testimonio”.

“Siendo una mujer de paz y pacificadora, se ofreció de manera cruenta, en un momento difícil de nuestra Patria. Así lo atestiguan aquellos que compartieron el testimonio de la vida de Coca en las comunidades de la Iglesia o en el ámbito secular”, dijo el obispo.

Asimismo Mestre invito a que “el testimonio de Coca Maggi nos ayude a todos nosotros a ser artífices de la cultura del dialogo y del encuentro como nos pide el Papa Francisco en el tiempo que nos toca transitar, que es muy distinto a aquellos tiempos difíciles de nuestra Patria signadas por la presencia del terrorismo de estado. El tiempo presente reclama también la audacia y la valentía para jugarse en serio por los valores de la dignidad, del compromiso y las propuestas del Evangelio” finalizo el padre obispo Gabriel.

Estuvieron presentes miembros de la Universidad Nacional de Mar del Plata, de algunos organismos de Derechos Humanos, familiares de detenidos-desaparecidos y miembros de la Pastoral Universitaria de la parroquia Sagrada Familia que convocaron a esta Misa de aniversario.

¿Quién fue “Coca” Maggi”?

María del Carmen “Coca” Maggi se desempeñó como decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica y como docente universitaria. También como docente del nivel secundario en el Colegio Sagrada Familia de nuestra ciudad.

Fue secuestrada en su domicilio durante la madrugada del 9 de mayo de 1975. Sus restos aparecieron el 23 de marzo de 1976, un día antes del golpe de Estado.

Coca Maggi tenía 28 años. Su asesinato fue imputado por la justicia a miembros de la CNU que hoy están cumpliendo condena.