Los alimentos en Mar del Plata aumentaron más de 10% en febrero en Mar del Plata y ya superan el 100% en un año, según el relevamiento mensual del Índice Barrial de Precios (IBP) que realiza el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) en 130 comercios de cercanía de los barrios populares de Mar del Plata y Batán.

En febrero, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó un 10,5 % en comparación al mes de enero.

Según el relevamiento mensual del Índice Barrial de Precios (IBP) que realiza el Isepci en 130 comercios de cercanía de los barrios populares de Mar del Plata y Batán, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) alcanzó a nivel local, en el segundo mes del año 2023, los $66.695.

De esta manera, una familia de dos adultos y dos hijos que en febrero de 2022 necesitaba $33.323 para cubrir sus alimentos indispensables, un año después precisa $33.372 más para el mismo fin, lo que configura un incremento interanual del 100%.

Por su parte, el director del Isepci Mar del Plata, Rodrigo Blanco, planteó: “El relevamiento muestra que los alimentos que componen la CBA aumentaron 10,5%, a comparación con enero 2023, y 100% en el acumulado interanual de febrero 2022 a febrero 2023. En particular, el rubro de carnicería fue el que más aumentó, con un intermensual de 20,5%; seguido del rubro de almacén que sufrió un aumento mensual del 6,6%, mientras que en el rubro verdulería registró un incremento de 5,6% mensual.”

En lo que va del año, la Canasta Básica de Alimentos ya acumula un 17% de incremento habiendo transcurrido tan solo dos meses.

En particular, los aumentos más destacados fueron en el rubro Carnicería que registró subas en el pescado (50%), la nalga (33%), la paleta (18%), el hígado (15%) y la carne picada (13%). Del rubro Almacén los productos que más aumentaron fueron las galletitas saladas (24%), el queso de rallar (19%), y el queso crema (16%). Y en Verdulería subieron fuertemente la naranja (66%), la acelga (33%), los huevos (21%) y la batata (17%).

Asimismo en la medición de los productos de Higiene y Limpieza se detectaron aumentos en el limpiador cremoso (15%), jabón líquido (11%), esponja metálica (8%) y jabón blanco (9%).

Rodrigo Blanco, también referente de Libres del Sur en la ciudad, analizó: “Este nuevo salto en los precios de los alimentos impactó fuertemente en el valor de la Canasta Básica Total (CBT), la cual contempla los precios de un grupo amplio de bienes y servicios, que junto a los alimentos son los indispensables para la vida cotidiana de los hogares”, como salud, educación, transporte, vestimenta, gastos de la vivienda, y otros similares.

Así, una familia de cuatro personas que en diciembre pasado necesitaba $129.831, en febrero necesitó $151.398 para llenar la misma canasta.

“Esta variación es producto de la conjunción de varios factores que se agregaron a la inercia inflacionaria que se viene potenciando desde hace más de un año. La carne después de atravesar un 2022 con aumentos por debajo del promedio del conjunto de los alimentos, empezó una suba abrupta en los últimos días de enero que se aceleró durante la primera quincena de febrero; las frutas y verduras parecen sufrir los efectos de la sequía, produciendo una baja en la oferta y una suba incesante de sus precios; y los productos de almacén que en los pequeños y medianos negocios de cercanía siguen sin sentir los efectos del programa de “Precios Justos”, con vigencia sólo en las grandes cadenas de supermercados, que no tienen bocas de venta en muchos barrios populares”, analizó.

Complementariamente, durante el mes de febrero se relevó por segundo año consecutivo la Canasta Escolar, de cara al inicio de las clases.

En este sentido, Blanco sostuvo: “En un año la Canasta Escolar aumentó un escandaloso 169%. Esto significa que una familia tipo con dos hijos en edad escolar que en 2022 necesitaba $5885, un año después precisa $15810 para poder acceder a los mismos productos. Particularmente los productos que más impacto tuvieron en el incremento interanual fueron los cuadernos (de tapa blanda 300% y dura 150%); el guardapolvos (250%); la mochila (123%) y la cartuchera (163%). Si bien la deserción escolar es un fenómeno multicausal, no cabe duda de que la situación socioeconómica condiciona las posibilidades de ingreso, permanencia y egreso de la escolaridad en las niñeces y juventudes. Teniendo en cuenta el preocupante nivel de deserción que están teniendo las escuelas en la provincia y, en particular en la ciudad, cabe preguntarse si hoy la educación es un derecho o un privilegio al que pueden acceder cada vez menos familias de los barrios populares.”