El cuerpo de Guardaparques del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR) liberó en el área serrana y alejada de sitios poblados, dos ejemplares de víboras Yarará ñata, especie que había sido encontrada en el Cuartel de Bomberos del Aeropuerto de Mar del Plata.

Al respecto, desde el cuerpo de Guardaparques expresaron: “la hipótesis es que ambos animales llegaron a través del Arroyo la Tapera y no presentan ningún tipo de heridas por lo que los rescatamos y devolvimos a su hábitat natural”.

Ante el aumento de la temperatura, este tipo de animales pueden presentarse con mayor frecuencia, generalmente en áreas rurales.

Por este motivo, el EMSUR brindó una serie de consejos para evitar accidentes ante la eventual presencia de serpientes:

• Mantener áreas libres de malezas alrededor de las viviendas, galpones e infraestructura.
• Inspección cotidiana de lugares donde se pueden ocultar serpientes.
• Realizar un buen manejo de los residuos para evitar roedores que atraen víboras.
• Evitar la acumulación de leña y escombros.
• Extremar las precauciones ante temperaturas altas, precipitaciones, humedad alta, inundaciones, desmontes, incendios y otras modificaciones ambientales.
• No matar predadores como musarañas, aguiluchos, caranchos, lechuzas, cigüeñas y garzas que controlan a las serpientes venenosas.
• Limpiar correctamente los sitios de acampe y no dormir a la intemperie sobre el suelo en ambientes naturales.

Frente al avistamiento de cualquier serpiente se recomienda no molestarlas y alejarse y/o llamar al 103 (Defensa Civil) o a la oficina de Guardaparques al 463-1488 hasta las 16.

Características de la especie

La víbora Yarará es la única serpiente venenosa que habita el Partido de General Pueyrredon y es una importante controladora de la población de roedores, especie sumamente prolífica que, sin control, acarrearía notables perjuicios a la vegetación en general y, particularmente, a la agricultura.

La yarará sale a cazar cuando cae la tarde, que es la hora en la que abundan sus presas favoritas, los roedores -lauchas de campo, ratas conejo, ratas coloradas y cuises pampeanos-, a los que puede rastrear mediante su “olfato” y cuyo paso nocturno acecha.