Extrovertido, alegre, colorido y a la vez profundo y reflexivo, Pablo Ruiz dialogó con LA CAPITAL en el cierre de la temporada de verano de “Sex”, la experiencia de José María Muscari que tiene al sexo como tema central.

No es una obra de teatro, un musical, ni un recital, pero tiene música, baile, actuaciones y canto. Pablo Ruiz se luce con temas muy diferentes a los que usualmente protagoniza y termina deslumbrando con su hit “Oh, mamá”.

“Lo entendimos todo mal desde el punto de vista de la religión”, aseguró el artista en la entrevista en la que también reconoció que siempre fue rebelde.

El cantante con cuarenta años de carrera -se inició profesionalmente a los 7- se explayó sobre cómo este proyecto lo ha hecho crecer, le permitió abrirse sobre su camino en la espiritualidad y el sexo mientras reflexionó sobre la deconstrucción que nuestra sociedad necesita. En Mar del Plata, comparte escenario con Ginette Reynal, Christian Sancho, Valeria Archimo, Celeste Muriega, Martín Salwe, Maxi Diorio, Ernesto “Tito” Díaz, Bianca Iovenitti, Gisela Lepio y Martina Lapcak.

-¿Hay algo de tu carrera artística que hubieras cambiado?

-No, creo que es la vida misma. Todos tenemos que pasar por ciertas experiencias. Yo estoy en un momento muy espiritual y creo que todo pasa por algo y te lleva a donde tenés que estar siempre.

-¿En qué momento llega la propuesta de “Sex”?

-El año pasado, a mitad de año, saliendo de la pandemia, en un momento muy especial para mí. Es como un antes y un después la pandemia, realmente me hizo mirar hacia adentro. Me creía muy espiritual y realmente tuve esa “noche oscura del alma” -como se dice- y salió a flote todo lo que tenía que salir. Empecé a hacer muchas terapias, a tomar cursos holísticos y terapia psiquiátrica. Fue un momento difícil y justo la obra llega en ese momento que estaba saliendo. Todos mis amigos me decían tenés que ir a ver “Sex” y justo me llega la llamada de José. Yo tenía una gira pero la cancelé porque tenía muchas ganas de hacer “Sex”. Lo hice todo el invierno en Gorriti, que es la prueba de fuego.

-Has recalcado que “Sex” fue lo que te permitió pasar de ser Pablito a Pablo. ¿Por qué marcas esa transformación?

-Porque de toda la imagen que tenían de mí antes a estar parado ahí casi sin ropa es un crecimiento. Todo el mundo sale del teatro y dice: “Mirá Pablo cómo canta, lo que proyecta como actor”. Por ahí no tengo todos los textos que tienen otros, pero tengo mucha participación en la obra, Me hizo crecer porque lo escucho cuando sale la gente, los comentarios y me hace bien, me encanta.

-¿Sentís que la gente pedía un show con este mensaje?

-Sí, creo que nos tenemos que sacar las caretas de muchas cosas, no solamente del sexo. Hay que deconstruirse y construirnos de una manera mucho más espiritual. Tenemos que tener ese despertar, indagar en nosotros mismos y no es igual para todos. Cada uno tiene una llave adentro para poder despertar todo eso que tenemos, ese caudal de dones que te da el espíritu. Si no despertás y empezás a investigar en vos todo lo que tenés para dar, vas a pasar la vida o vas a pasar miles de vidas sin saber nada. Entonces, creo que es fundamental que tengamos esa conciencia de abrir nuestra conciencia.

-Después de tantos años de represión, ¿sentís que sos finalmente libre hoy?

-Sí, también “Sex” te da esa libertad. Estás desnudo literalmente arriba de un escenario. Soy libre de cantar lo que me se me antoja, nadie me dice qué me tengo que poner, qué tengo que hacer con mi vida, que por ahí sí me decían cuando tenía 17 años: “Tu vida hacela entre cuatro paredes, si querés estar con hombres, bueno, estate adentro de tu casa” y yo decidí que no.

Pablo Ruiz en escena en “Sex”.

-Una separación entre el artista y la persona que es imposible…

-Imposible. Como siempre hice lo que quise, siempre fui muy rebelde, eso me llevó a que me quitaran contratos y un montón de cosas que fueron difíciles en un momento, pero realmente creo que sirve hoy en día para toda esta vuelta que estoy teniendo, esta revancha. Mi disco habla de todo eso, de un despertar, de sanar mi niño interior y un montón de cosas. Lo van a poder escuchar en mayo, se llama “Nueva era”, es pop y la onda es totalmente mía, pero del 2023, con letras muy profundas y otras de amor.

-Mencionaste que sos una persona muy espiritual. ¿Cómo sentís que la espiritualidad y la sexualidad convergen en vos y en este espectáculo en particular?

-Porque creo que es un todo. Dios nos hizo sexuales, la energía sexual en lo espiritual es la Kundalini, que son como dos serpientes que se unen y alcanzan a unir los dos hemisferios del cerebro. Cuando alcanzás eso, es un punto de éxtasis que puede llegar a hacerte a elevar. El ser humano es una máquina perfecta de todo, hay que entender que el sexo no es tabú, no es prohibido. Lo entendimos todo mal desde el punto de la religión. Por ejemplo, cuando hacés el amor y tenés esa conexión espiritual con tu pareja podés llegar a tener el orgasmo que puede llegar a ser de un despertar espiritual, te puede llevar a altas dimensiones. -Has cumplido muchos sueños y le has cumplido sueños a tu familia.

-¿Qué sueño te queda por delante?

-Formar una familia, tener un hijo, tener mi casa y seguir trabajando en mí es un sueño también, poder seguir evolucionando como ser humano.