El bloque radical del Concejo Deliberante presentó dos proyectos de comunicación con el objetivo de que el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires y el Consejo Escolar den precisiones sobre el servicio alimentario escolar.

Impulsados por el concejal Daniel Núñez, los proyectos buscan que se puntualice la cantidad de alumnos alcanzados por el programa en el distrito, el monto vigente destinado a cada cupo alimentario y la composición del menú del almuerzo y del desayuno y la merienda. También quiere saber qué instituciones cuentan con elaboración propia de menús y cuáles no.

Núñez explicó que el servicio alimentario escolar (SAE) “está dirigido a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad social escolarizados en escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires con el objetivo de garantizar una cobertura nutricional uniforme”.

Mencionó que el programa asiste “particularmente a los más vulnerables” y se desarrolla “para mejorar la aptitud para el aprendizaje y las condiciones de salud de la población escolar de la provincia”.

Su aplicación, aclaró, está a cargo del Consejo Escolar de cada distrito, en tanto que el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad es el responsable de asignar las partidas presupuestarias para solventar los gastos en alimentos, combustible envasado, equipamiento, mantenimiento, administración y transporte.

El SAE cuenta con un marco nutricional que indica qué alimentos se deben procurar incluir y cuáles evitar en la alimentación. “El primer objetivo en la conformación del desayuno y la merienda debería ser la presencia diaria de una porción de leche o yogurt para asegurar el aporte de calcio, la incorporación de frutas y una reducción del contenido de azúcares agregados, grasas saturadas y sodio”, señaló Núñez.

Por su parte, el almuerzo consta de un plato principal “cuyos componentes principales deben ser (a lo largo de la semana) variedad de carnes o huevo, legumbres (en combinación con cereales para asegurar la calidad proteica), hortalizas no feculentas y cereales como arroz integral o fideos (con mayor porcentaje de sémola de trigo candeal)”.

Núñez especificó que, “con menor frecuencia” deben darse “hortalizas feculentas y el resto de cereales (más refinados)”. Y agregó que “a esto se le debe sumar el postre, que debería estar conformado preferentemente por frutas frescas (no menos de cuatro veces por semana)”, mientras que “la cantidad de pan que acompaña a los almuerzos no debería exceder 30 gramos”.

El edil consignó que “la última actualización presupuestaria se realizó en agosto del 2022” y estableció que para el desayuno y la merienda “se dispondrá de un monto de $ 58,13 diario por cupo” y, para el comedor, “el monto será de $ 141,74”.

Núñez hizo notar que “estos valores no se han actualizado” para el ciclo lectivo 2023. A su entender, por la inflación “resulta preocupante que con tan bajos montos se logren cumplimentar los requisitos nutricionales que las normas han impuesto”.

Para el concejal, “en la alimentación de los niños, niñas y adolescentes no debería escatimarse en gastos y se debería considerar una prioridad la actualización de los valores para poder brindar un servicio digno”.