El ministro de Defensa, Jorge Taiana, encabezó la presentación de las aeronaves Hércules C-130 y Pampa III, modernizadas por la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) con los aportes del Fondo Nacional para la Defensa (Fondef), y consideró que es “resultado de una política de defensa de Estado” que “permite demostrar que el control de nuestro territorio se ejerce también por el aire”.

“Esta modernización es el resultado de una decisión política y de una política de Estado de reequipamiento de las Fuerzas Armadas, que se lleva a cabo a través del Fondef. Hace décadas que no teníamos esta cantidad de aviones y los vamos a usar para demostrar que el control de nuestro territorio se ejerce también por este medio”, aseguró el ministro durante su discurso.

Taiana señaló que “ésta es la prioridad que le damos desde el Gobierno a la recuperación de las capacidades para que hagan efectivo el control y la vigilancia de nuestro espacio aéreo” y añadió que “esto contribuye con firmeza a recuperar una capacidad de disuasión y acción que esté a la altura de lo que merece y requiere nuestro país”.

Según informó el ministerio, el avión Pampa “se encontraba en desuso con prolongado tiempo fuera de servicio” y el proceso de modernización requirió “una inspección mayor por 1.200 horas y una inspección eventual de sistema eléctrico, comando de vuelo, sistema hidráulico, sistema anemométrico, oxígeno y estructura”.

En declaraciones, Taiana consideró que hoy es importante la “capacidad de defensa y de control de un país, sobre todo de sus recursos naturales” para que “su voz pueda tener fortaleza frente a otros Estados”.

Destacó que gracias a la incorporación de estos cinco aviones nuevos va a permitir “recuperar la presencia de cazas en la base de Río Gallegos”.

“Ahora vamos a llevar a la base de Río Gallegos una dotación de tres Pampas, que es el inicio de la recuperación de los cazas en el sur argentino de manera permanente”, manifestó el ministro.

Además adelantó que ya se firmó una decisión administrativa que permite la compra de seis helicópteros de montaña. Estas aeronaves permitirían una mejor vigilancia de la cordillera argentina.

Sobre los planes futuros, Taiana expresó que ya hay un sexto avión que “va a entrar en proceso de recuperación” y su cartera tiene el objetivo de “adquirir un pack de Hércules”.

“No consideramos que cinco es el tope, pero sí nos parece que es un número que hace décadas que no teníamos”, concluyó.

El jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Xavier Isaac, sostuvo que la recuperación de aeronaves va a permitir “cumplir con la misión principal de la fuerza, que es la vigilancia y el control del espacio aéreo”, durante la ceremonia que se hizo en el la Aeroestación Militar Aeroparque (AMA).

El Hércules C-130 y IA 63 Pampa III-Bloque II fueron modernizados íntegramente en la Fadea “Brigadier San Martín” SA con aportes del Fondef y serán incorporados a la flota de la Fuerza Aérea.

El Hércules corresponde a la última aeronave incluida en el programa de modernización y remoción de obsolescencias, que involucró cinco aviones Hércules de la Fuerza Aérea, prolongando su vida útil por al menos 20 años y mejorando significativamente su desempeño en “un proceso estratégico de recuperación de capacidades”.

“Vamos a ver muchos más aviones de los que solíamos ver en el aire. El plan del Fondef es recuperar, incorporar y modernizar, esto nos va a permitir seguir operando en la Antártida y recuperando ese avión desguazado en un hangar”, celebró el jefe de la Fuerza Aérea.

La secretaria de Producción para la Defensa, Daniela Castro, aseguró que los aviones “vienen a reforzar la política de defensa como soporte de la soberanía nacional”.

Para Castro, la incorporación de los aviones a través del trabajo conjunto del Fondef y Fadea implica la “recuperación de las capacidades de la industria nacional y el trabajo de profesionales argentinos”.

La presentación contó también con la presencia del jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Juan Martín Paleo; el jefe de la Armada, almirante Julio Horacio Guardia; el jefe del Ejército, general Guillermo Pereda, y el vicepresidente de Fadea, Franco Giuggioloni.