La Policía realizó este sábado dos nuevos allanamientos para detener a Walter Escott (37), acusado del femicidio de Valeria Britez (35), pero no lograron atraparlo.

Los investigadores llevaron a cabo los procedimientos en dos casas de la ciudad donde viven amigos del prófugo. “Teníamos el dato que uno de ellos lo estaba escondiendo pero cuando fuimos no estaba”, reveló una fuente consultada.

La búsqueda de la policía es intensa. Desde que ocurrió el asesinato se realizaron más de allanamientos en las viviendas de su círculo cercano, pero no lograron atraparlo. Por ahora, todos los procedimientos se llevaron a cabo en Mar del Plata. Es que para los investigadores Escott aún no salió de la ciudad: no tenía plata ni vehículo para movilizarse después de ocurrido el crimen.

De todas maneras, Escott tiene fuertes vínculos con delincuentes por lo que la Policía busca datos en todo su circulo cercano para rodearlo y atraparlo por el crimen de su pareja, Valeria Britez

El hecho

Cerca de las 23,30 del lunes pasado , la pareja salió de la vivienda ubicada en Filiberto al 1700 y se dirigió junto a una de las hijas de la mujer, de 14 años, hacia un comercio. “Estaban discutiendo a los gritos ”, reveló un investigador. La pareja caminó sólo treinta metros metros más y al llegar a Soler al 10.860, Escott no le dio tiempo a Britez de defenderse: sacó un arma y le pegó un disparo en la cabeza delante de la adolescente. Luego escapó corriendo.
La hija de la mujer gritó con desesperación al ver lo ocurrido y testigos del hecho denunciaron el caso al 911. Poco después, efectivos de la comisaría decimoprimera llegaron al lugar del hecho pero Britez ya había fallecido. “Estuvo viva unos minutos pero para cuando llegó la ambulancia ya había fallecido”, comentó una de las vecinas que llegó poco después de ocurrido el crimen.

El caso quedó a cargo de la fiscal María Isabel Sánchez y según confirmaron fuentes oficiales el arma con la que el hombre mató a su pareja no fue secuestrada pero es una nueva milímetros. “Se halló una vaina servida en la escena del crimen”, reveló un investigador.
Por la tarde, el resultado de la autopsia realizado a Britez reveló un dato escalofriante: Escott apoyó el arma sobre la cabeza de su mujer y disparó. Pero no sólo eso: el cuerpo de la víctima presentaba distintas esquimosis de tiempo atrás compatibles con golpes que había sufrido por parte de su pareja. “La fusiló”, confirmó una fuente consultada por este medio.

Los investigadores también confirmaron que Escott había estado preso en la cárcel de Batán y que el juez de Ejecución Ricardo Perdichizzi le había otorgado la prisión domiciliaria una vez transcurridos los dos tercios de la condena. El hombre se fue a vivir con su pareja a la casa del barrio Belgrano. En base a los testimonios obtenidos, Escott era un hombre muy celoso. Los testigos del crimen comentaron que ese era el motivo por el que la pareja discutía el lunes a la noche en la calle.

Idas y vueltas

Según la reconstrucción que realizaron los investigadores a LA CAPITAL, la pareja tenía una relación conflictiva con constantes idas y vueltas, pero en el último tiempo se encontraban de nuevo junto. Britez había denunciado al hombre por golpeador y hasta el 3 de octubre estuvo vigente la restricción de acercamiento. Pero una vez pasada esa fecha, la mujer no renovó el pedido a la justicia. “Ella era muy buena con él. Le perdonaba todo”, contó una familiar de la víctima.