“Alicia por el momento”, la historia de una adolescente, hija de refugiados políticos que, durante la dictadura de Pinochet, debe rehacer su identidad en un país donde no conoce el idioma ni la idiosincrasia, pero logra sobrevivir a cada momento, es la obra que reúne sobre las tablas a la actriz, dramaturga y directora Mariana “Cumbi” Bustinza y a la compañía teatral Los Bla Bla.

Con esta propuesta que aborda una realidad cruel, con sensibilidad y humor, estarán desde este jueves 19 de enero hasta el domingo 22, a las a las 21.30, en la sala Jorge Laureti del Teatro Auditorium, en el Centro Comercial del Puerto.

Bajo la dirección de Maruja Bustamante, Bustinza -quien realizó un ciclo de cuatro funciones de su unipersonal La Meca en la misma sala-, Pablo Fusco, Manu Fanego, Julián Lucero y Tincho Lups, dan vida a este texto del escritor francés Sylvain Levey.

En una charla con LA CAPITAL, Bustinza definió su interés por “visibilizar problemáticas de individuos que se encuentran en los bordes de un sistema” a través del arte.

La comedia brinda una mirada incisiva, tierna, lúcida y llena de esperanza sobre la vida de Alicia, plasmando a través del humor, los sentimientos de las personas migrantes, el corazón de quien por uno u otro motivo debe dejar el lugar donde nació.

La obra está realizada por la antena regional para las artes escénicas en América Latina Hispanoparlante (Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores, Ministerio de Cultura francés, Institut Français).

-¿Qué te atrajo de Alicia por el momento?

-Me atrae todo el universo y la sensibilidad del personaje de Alicia y cómo está contada la historia que, más allá de que cuenta una realidad bastante cruel, se cuenta todo el tiempo con humor. Y eso hace que se pueda acercar mucho más una temática que quizás suele tratarse solemnemente o de manera seria. Me gusta los puntos que toca, el estado del personaje de Alicia, la puesta en escena tan dinámica. Bueno, todo.

-Hay en esta propuesta una relación, una continuidad temática con el tipo de teatro que solés dirigir. ¿Coincidís?

-Sí creo que la hostilidad, la invisibilización y la desesperanza son palabras que se tocan directamente con las temáticas de mis obras. También la desolación, la sensación de no tener nada, el hecho de seguir adelante como sea. La sociedad. Hacer teatro es parte fundamental de mi vida y que en este momento hayan coincidido estas obras me llena de alegría. Estoy muy agradecida. La temática es parte de mi cosmovisión. Hace muchos años que decidí investigar y visibilizar las problemáticas de individuos que se encuentran en los bordes de un sistema (tantas veces ignorados o estigmatizados) debido a que son temas pocas veces llevados a los escenarios por los dramaturgos en general; de a poco eso también va cambiando. Cada vez hablamos más en escena de más cosas. Esa elección también me convoca para dar mayor visibilidad a la marginalidad social en la que viven miles de personas; también cercanas, conocidas. Yendo directo a La meca: ¿Qué pasa con un pibe de barrio popular que accede a estar de repente en un el pedestal que no es eterno? ¿Qué es la fama, qué es el éxito, qué es querer ser alguien? ¿Por qué? Creo que casi las mismas preguntas pueden ser para Alicia por el momento.

-¿Qué importancia tiene el humor, para llevar adelante estas temáticas?

-Para mí tiene mucha importancia. El humor lo que hace es acercarte mucho más y poder tratar una temática que es dura de una manera amable. Uno termina igual hablando de eso pero vos te estás riendo y luego el público se queda reflexionando, pero hace que en el momento te entretenga y no sea una patada en la panza.

-¿Le hablás a un público específico con tus textos, tus búsquedas o pensás más en que diferentes tipos de público se sorprendan con tus propuestas?

-Le hablo a todas las personas que quieran venir al teatro, seguramente haya personas que se emparenten mucho más con mis pensamientos pero me parece que las obras pueden ser vistas por cualquiera porque está bueno siempre poder pensar y reflexionar sobre todos los temas. Así que la verdad es que quizás inconscientemente sí me dirijo un público pero me gustaría que pueda venir todo el mundo.

-Esta temporada, por primera vez en 20 años, no están los Improvisa2 en Mar del Plata. ¿Cómo lo sentís?

-Uff. Es muy duro, angustiante. Melancólico. Aunque ya volveremos, después de tantos años de vivir dos meses acá con Gaby y Tomi (Gabriel Gavila y Tomás Cutler) con Improvisa2, es como que me falta algo. Me angustia mucho, aún no puedo acostumbrarme. Encima es caminar por la calle o ir a algún lugar y todo el mundo me pregunta. Es pasar por cada esquina y tener recuerdos. Es levantarse y no saber bien dónde ir o qué hacer porque me falta una parte. Nos mandamos mensajes cada uno desde donde está diciendo ‘los extraño, qué duro esto’. Pero bueno, estamos con proyectos juntos. Estamos armando un festival de humor en el Cultural San Martín. Pero bueno, este verano no se dio por una cosa o por otra. Una pena muy grande.