El Gobierno de Japón asegura que en las próximas décadas un gran tsunami de más de 30 metros de altura golpeará la costa del sur del país y que la cifra de fallecidos, una vez que ocurra, ascendería a 323.000, más de dos millones de casas quedarían destrozadas y habría pérdidas económicas tan grandes que representarían más del doble del presupuesto nacional anual.

Según el estudio del Gobierno, hay un 70 por ciento de posibilidades de que un terremoto de entre 8 y 9 puntos en la escala de Richter, con origen en la fosa de Nankai, suceda en los próximos 30 años.

Al enterarse de esta predicción, la prefectura de Kochi puso en marcha medidas de preparación y concientización ante terremotos y tsunamis, a las que destinan un 10 por ciento de su presupuesto anual. Además, más de 30 municipios trabajan en la construcción de torres de evacuación para las áreas de costa a la espera de olas que podrían llegar a los 34 metros.

Japón invierte gran parte de su presupuesto anual en la prevención de terremotos o tsunamis, después del terremoto de magnitud 9 que sacudió la costa noreste del país en 2011 y provocó olas de más de quince metros.