La muy buena recepción que tuvo el regreso del superclásico del básquetbol entre Peñarol y Quilmes (o viceversa), a fines de septiembre pasado, aún por afuera de competencia oficial alguna, motivó a dirigentes de ambas entidades a animarse a una nueva edición para este verano.

El Polideportivo “Islas Malvinas” volvió a vestirse de fiesta en una experiencia más que positiva para los jugadores (incluidas las leyendas), el público, los organizadores -el gobierno municipal también participó- y, por qué no reconocerlo, para las arcas de los clubes.

Así, los dos presidentes, Alejandro Amoedo (Peñarol) y Marcelo Jiménez (Quilmes) comenzaron a trabajar para darle forma a un nuevo encuentro entre ambas divisas.

Durante la entrega de los Premios Lobo de Mar, durante la cual ambos presidentes recibieron las distinciones correspondientes como entidades centenarias, le plantearon la posibilidad al intendente Guillermo Montenegro y el jefe comunal comprometió el apoyo.

Está todo bien encaminado, pero lo más difícil será poder congeniar los fixtures de Liga Nacional y Liga Argentina, por los compromisos de uno y otro, y la disponibilidad del Polideportivo “Islas Malvinas”.

En principio, la propuesta de Peñarol era jugar el viernes 6 de enero de 2023. El estadio estaba libre y al “milrayitas” le venía muy bien deportivamente, tres días antes de reanudar su camino en la Liga (el lunes 9 de enero, ante Quimsa de Santiago del Estero).

Sin embargo, los tiempos para logística y organización no resultan suficientes, y el “tricolor” recién retorna de las vacaciones el miércoles 4 de enero.

“Después de tantos días sin entrenar, nos pareció prudente con el cuerpo técnico no exponer a los jugadores. Pero por sobre todas las cosas, lo más importante es que organizar semejante espectáculo requiere más tiempo”, le dijo a LA CAPITAL Jiménez.

Y agregó: “Están dadas todas las condiciones, el apoyo de la municipalidad pero necesitamos más tiempo para hacerlo bien. Queremos mantener el mismo formato, con partido de leyendas, y también lograr que vengan otros jugadores que no pudieron estar. Estamos dispuestos si hay una fecha entre fines de enero y principios de febrero”.

Por su parte, Amodeo también reconoció que “para el 6 de enero estaba libre el Polideportivo pero quedaba muy cerca del reinicio de la competencia y con poco tiempo para hacer las cosas bien. La idea es jugar en algún momento que se pueda y el calendario lo permita. Estamos trabajando en eso”.

Vale recordar que Quilmes recién volverá a jugar el miércoles 18 de enero (¡40 días después de su último partido!) cuando reciba a Parque Sur. Luego tendrá una gira por Río Gallegos (el 22 visitará a Hispano Americano) y por Pergamino (el 24). También será huésped de Ciclista Juninense (el 29), de Racing de Chivilcoy (el 31), de Gimnasia y Esgrima La Plata (el 4 de febrero) y de Lanús el 6 de febrero).

En tanto, Peñarol jugará ante Quimsa (9 de enero) y Argentino de Junín (12 de enero), ambos en casa, para luego visitar a San Lorenzo (17), Ferro Carril Oeste (19) y Platense (21). Después tendrá libre hasta el 31, cuando visitará a Quimsa.

En consecuencia, quedaría una estrecha ventana para el 26/27 de enero o, la cual podría resultar más atractiva, para el viernes 10 de febrero, en coincidencia con el 149° Aniversario de la fundación de Mar del Plata. Cerraría por todos lados. ¿Se podrá concretar?