Los fondos afectados a la promoción turística de la ciudad fueron devorados por la emergencia económica, financiera y administrativa que declaró el municipio desde el inicio de la gestión de Carlos Arroyo.

Se trata de entre 80 y 100 millones de pesos anuales –según calculan en la Comisión de Turismo del Concejo Deliberante– que surgen del pago de una sobretasa del 10% en la tasa de Seguridad e Higiene, que pagan los comercios y las industrias.

La falta de aplicación de este fondo destinado a promocionar a la ciudad como destino turístico se pone en evidencia a las puertas de una temporada que, según algunos operadores, no será de las mejores.

El uso de este monto para otros fines, como por ejemplo para cumplir la pauta salarial de los empleados municipales, causa preocupación en las entidades que fomentaron su creación, como la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), que hicieron oír sus quejas ante el municipio.

Lo que recauda el municipio en concepto de Seguridad e Higiene ingresa a la Agencia de Recaudación Municipal (ARM), que a su vez debe derivar el adicional del fondo al Ente Municipal de Turismo (Emtur) para que realice las gestiones y campañas que considere pertinentes para promocionar Mar del Plata.

Con todo, este año eso no sucedió o fue prácticamente insignificante: según cálculos extraoficiales, apenas un millón de pesos habría sido destinado al Emtur.

Es que, según el artículo 6° de la emergencia financiera, impulsada por el primer secretario de Economía y hacienda de la gestión Arroyo, José Cano, y aprobada por el Concejo Deliberante el 29 de enero, se autorizó al Departamento Ejecutivo a “suspender en su vigencia las afectaciones de fondos dispuestas por ordenanza”.

El presidente de la Comisión de Turismo, Alejandro carrancio (Frente Renovador), recordó que cuando se discutió el proyecto uno de los pedidos a la administración fue que no se perjudicara al turismo. Pero “sacaron todo el fondo”, agregó.

La historia

En noviembre de 2009, un grupo de entidades que forman parte del directorio del Ente Municipal de Turismo (Emtur) le propuso al entonces intendente Gustavo Pulti que se analizara la posibilidad de aumentar un 10% la tasa de Inspección de Seguridad e Higiene para armar un fondo destinado a la promoción turística.

Entre esas instituciones estaban la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo, la Asociación de Mujeres de Negocios, la Cámara de Administradores de Propiedad Horizontal de la provincia, la Cámara de Balnearios, la Cámara Textil y el Colegio de Martilleros, además de la Asociación Hotelera y la UCIP.

Pulti incluyó la propuesta en la ordenanza impositiva que estaba preparando el municipio para 2010, y que se aprobó a fines de enero de ese año.

Uno de los artículos de la norma establece que los contribuyentes afectados al pago de la tasa de Inspección de Seguridad e Higiene “abonarán un adicional del diez por ciento sobre el total que les corresponda abonar por la misma, en concepto de ‘Fondo para la Promoción Turística’”.

Así, todos los comercios e industrias de la ciudad pagan el adicional para la promoción turística, pero salvo en los primeros años el fondo nunca se utilizó en su totalidad a la promoción turística. Este año el panorama se agravó con la norma que autorizó a no utilizarlo para el fin previsto.