El acto de Horacio Rodríguez Larreta del jueves pasado en Costa Salguero sirvió para mover la ya agitada interna opositora, donde todos los candidatos ya preparan sus recorridas de verano a los efectos de posicionarse rumbo a las definiciones de candidaturas, que se darán desde marzo en adelante.

Larreta congregó a más de 2000 referentes opositores que respaldan su postulación, entre intendentes, ministros y gobernadores, y pretendió en el fin del año político enviarle un mensaje a sus rivales internos: Mauricio Macri y Patricia Bullrich, representantes del ala ‘dura’ del partido.

Macri, en tanto, llegará en los próximos días de Qatar, donde se instaló a lo largo de un mes por su rol como titular de la fundación FIFA, y pasará parte del verano en el country de Villa la Angostura donde suele vacacionar.

Ese lugar será un sitio de peregrinación política de varios referentes del PRO, incluido el propio Larreta.

Pasado el verano se vienen tiempos de definiciones y las cumbres políticas estivales aportarán muchas de las respuestas a las dudas hoy planteadas en Juntos por el Cambio, y en particular en el PRO.

Una de esas incógnitas es cómo se resolverá la sucesión de Larreta en la Ciudad.

Hoy está lanzado Jorge Macri, actual ministro de Larreta pero políticamente cercano tanto a Macri como a Bullrich.

Y Larreta sacó a la cancha a candidatos propios, como Fernán Quirós o Soledad Acuña, entre otros.

También hay “inflación” de candidatos cruzando la General Paz: Macri propone a Néstor Grindetti; Bullrich a Javier Iguacel y a Joaquín de la Torre; Larreta a Santilli.

Varias voces dentro del PRO piensan que esto debería resolverse de manera salomónica dividiendo el poder, o sea los territorios, entre Larreta y Macri.

Esto, en la práctica, se traduciría en que Larreta acepte que el candidato en la Ciudad debe ser Jorge Macri, mientras que Macri y su sector aceptarían por su parte que Santilli sea el consagrado en la provincia.

Así, Macri y Larreta tendrían saldado el principal problema de candidaturas que deben enfrentar en los dos distritos más importantes para la oposición.

Aunque esto es solamente el pacto original entre ambos sectores: habría que ver si están dispuestos a cumplirlo y respetarlo.

El PRO entiende que en cada distrito tiene que consagrar un solo candidato, para que ese postulante luego vaya a la interna de las PASO contra el radicalismo.

La forma de resolver estos entuertos en cada distrito está por verse, pero se calcula que se resolverá de una sola manera: el candidato que más mida en las encuestas irá a la PASO versus la UCR y el que menos mida se irá a su casa.

De estas cuestiones estuvieron hablando en el encuentro que mantuvieron Santilli y Jorge Macri.

En el radicalismo, en tanto, Gerardo Morales, volvió a marcar su perfil duro con la carta pública que difundió con el kirchnerismo como destinatario, luego de que la Corte Suprema de Justicia confirmara la condena en la causa ‘Pibes Villeros’ contra la dirigente social Milagro Sala.

Morales recién se lanzará como candidato en marzo, pero antes procurará seguir afianzando su liderazgo y armado político puertas adentro de la UCR.

En este sentido, en los próximos días concretará una cena con dirigentes partidarios donde buscará mostrar que reúne la mayor cantidad de respaldos hacia el interior del radicalismo.