Siglo XVII en España. Un artista callejero deambula de plaza en plaza, de pueblo en pueblo. Lleva su arte, grita verdades que muchos comparten en silencio, pero todos callan. Se lo llama “Bululú”, nombre genérico para un creador que hace del teatro su manera de vivir y de sentir.

En Mar del Plata, es el actor Sergio Manuel Fernández quien encarna este nuevo “Bululú”, asentado en aquella vieja tradición hispánica pero con flamante repertorio, en una obra escrita por la dramaturga marplatense Susana Estrella y dirigida por Héctor Rodríguez Brussa.

Todos los viernes de enero y febrero se podrá “Bululú, un bufón peregrino” ver en el escenario de Liberart (Moreno 2742), tras el estreno que se realizó recientemente.

“También se lo denominaba bufón, era un artista que estaba solo y que interpretaba distintos personajes, todos los ponía en escena”, contó el intérprete, para quien este personaje le permite sacar a relucir varias facetas.

“Represento a diez personajes en escena, cambio los tonos, las posturas”, agregó el actor, quien fue uno de los integrantes del elenco de la recordada obra “Orquesta de señoritas”.

“El Bululú lleva un carro desde el cual despliega todas sus habilidades, todo lo va sacando de ahí, como si fuera la galera de un mago”, contó. Entre personaje y personaje lo que emerge es una crítica descarnada al poder de entonces, en una España que estaba ceñida al poder de la Iglesia y al poder del rey.

Como en aquellos espectáculos, el poder es el gran tema que visualiza este Bululú: un poder que en la actualidad lleva otros nombres pero que desanda casi los mismos procedimientos.

“Este bufón tenía el privilegio de decir las verdades que el pueblo callaba y a través de sus personajes las podía visibilizar, hablaba de la Iglesia, de la monarquía, del rey, de lo vanidoso que era, de lo déspota”, comentó Fernández.

Una de las críticas más crudas se vincula a la exigencia del poder eclesiástico para que done a la Iglesia parte del porcentaje del dinero recaudado en cada pueblo.

Aunque varios siglos lo separan de aquel personaje andariego, que sobre el escenario tiene que resolver un dilema de amor, el actor entendió que la obra llega para que pueda contar una historia clásica, con principio, nudo y desenlace.

“Estábamos atravesando la pandemia”, recordó sobre el origen de la historia. “El tema era que no se podían hacer obras con muchos personajes, porque estaban todas las limitaciones y bueno, nos pusimos a pensar. Y Susana me dijo que iba a escribir un unipersonal, la única pauta que le marqué fue no quería hacer stand up. Y se puso a investigar mucho, pidió que le trajeran libros de afuera y así nació esta maravilla del Bululú”, dijo.

A pesar de la similitud, este personaje no guarda relación con otros parecidos que también se llevaron a escena. José María Vilches y Oski Guzmán fueron dos que representaron sus respectivos Bululú. “Esta obra está escrita para mi y es realmente fantástica”, reconoció y contó que le permite interpretar a una doncella, hablar de Dulcinea y del Quijote y reflexionar sobre los dilemas del amor y de los caminos, que parecen ser los reductos más problemáticos del personaje.