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Policiales 8 de diciembre de 2022

Fuego, sangre, venganza y poder: las disputas en la barrabrava de Aldosivi

Desde que el 11 de agosto varios automóviles del plantel profesionales fueron incendiados en el predio de Aldosivi, las luchas internas en la hinchada recrudecieron. Una pelea que este año casi deriva en una tragedia en una plaza. La historia debajo de la puja de poder.

Por Fernando del Rio

En el mediodía del 16 de octubre pasado Aldosivi se despidió del torneo de primera división con derrota 3 a 1 ante Talleres de Córdoba en el estadio José María Minella. La gente, a quien se le había restringido el ingreso a causa del incendio de automóviles en el predio del club durante el mes de agosto, fue a acompañar al equipo y la popular sur se vio algo poblada.

Para la APREVIDE (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte) era una asistencia con ciertos riesgos, ya que se tenía claro que las internas entre distintas facciones de la hinchada de Aldosivi estaban más latentes que nunca. De un lado el grupo de Plaza Italia y algunos sectores menores de distintos barrios como El Progreso, y del otro el que aún mantiene el nombre de la barra de toda la vida, de aquella que existía cuando no había divisiones: La Pesada del Puerto. ¿Pero por qué era posible una confrontación? Porque habían pasado cosas. Antes de ese partido contra Talleres sí que habían pasado cosas.

El 11 de agosto todo el país futbolero se había alarmado por el incendio de varios vehículos en el predio deportivo de Aldosivi. El acto vandálico llegaba horas después de una nueva derrota, esa vez en Mendoza frente a Godoy Cruz, que ponía al borde del descenso al equipo. Los automóviles pertenecían a algunos jugadores e integrantes del cuerpo.

Aldosivi autos incenciados 2

Los autos incendiados tras el partido con Godoy Cruz.

Entonces comenzaron las conjeturas sobre los autores. ¿Habían sido unos descocados hinchas furiosos con el equipo o los incendiarios eran jóvenes mandados como parte de algunas internas de la barra brava? En ese momento fue cuando la gente, ajena a Aldosivi, se enteró de que existía alguien llamado Luis “Indio” Comán y que era el líder de la hinchada. En tanto, en las redes sociales se mezclaron las hipótesis con pretensión de certeza con memes y manifestaciones solidarias.

El martes 16 de agosto, mientras la investigación avanzaba con sigilo, el “Indio” Comán dijo al periodista especializado en barrasbravas, Gustavo Grabia, que podía saber quiénes habían sido. “Fueron unos pibitos de entre 16 y 20 años que los maneja uno que está en la cárcel, que investiguen bien”, aseveró en medio de una entrevista en la que se mostró como un “laburante del puerto” y no un violento.

Cuando Comán se refería a un preso estaba mencionando por elevación a “El Pelado”, Jorge Roldán, un exbarra de Aldosivi detenido en Batán. Luego también el “Indio” Comán habló con LU6 y dijo que el problema eran “10 ó 15 pibes de Plaza Italia, que en Aldosivi no los quiere nadie. Hace dos o tres años los estamos encaminando, pero ahora yo les solté la mano. No puedo hacer nada”.

La mecha ya se había encendido y avanzaba inexorablemente hacia el polvorín. El primer estallido ocurrió un par de días más tarde cuando un simpatizante terminó baleado en la puerta de la sede del club, en Gaboto y Bermejo. Alguien estaba descontento con el reinado del “Indio” Comán, quien desde hace más de una década es el líder de La Pesada y referente ya histórico, con un buen vínculo con la dirigencia del club. Por eso su posición es la más codiciada por sus detractores.

El fiscal Alejandro Pellegrinelli investigó el incendio en el predio deportivo del club y con la ayuda de cámaras de seguridad se pudo determinar que dos de los involucrados eran los hermanos Santiago y Lucas Sosa. Quedaron captados en video durante la compra de un encendedor en un kiosco de la zona portuense y en la recorrida tras romper el alambrado perimetral del campo deportivo, prender fuego los automóviles y escapar. Esa fue suficiente prueba para incriminarlos y mandar a detenerlos a mediados de septiembre.

indio

El Indio Coman.

Los hermanos Sosa no eran de Plaza Italia sino del barrio El Progreso y forman parte de lo que está muy extendido en las hinchadas de fútbol. Porque pasa con Alvarado también y con cualquier club que compita a nivel profesional: está la barra brava, alguna facción que se oponga y varios grupos barriales, muchos de los cuales ni se inmiscuyen en las disputas por el poder de la barra brava. Otros sí.

Según trascendió en el incendio de los automóviles los 5 ó 6 jóvenes que participaron eran más bien “hinchas” enojados por el rendimiento deportivo, sin una identificación o pertenencia a un sector determinado de la barra. Alguno especuló con que fueron alentados por otra supuesta interna, esta ya surrealista: entre el jefe de seguridad del predio y el jefe de seguridad del plantel. Uno de ellos vinculado a la Prefectura Naval y el otro a la policía bonaerense.

Lo cierto es que por la causa de los incendios fueron imputados los hermanos Sosa, aunque recibieron la excarcelación poco después. Por esos días del mes de septiembre Jorge “El Pelado” Roldán, el exbarra de Aldosivi al que había hecho mención el “Indio” Comán, salió de la cárcel de Batán, donde agotó una pena que le había sido impuesta por el delito de robo agravado. Esa condena la había decretado un tribunal de Lomás de Zamora y al dejar Batán el 5 de septiembre pretendió regresar a la cancha, aunque por el incendio los siguientes partidos de local de Aldosivi fueron con acceso digitado: desde el club solo liberaron un par de centenares de entradas. Los partidos fueron Vélez, Sarmiento, Newell’s, Central Córdoba, Barracas Central, Banfield y Talleres, este último el 16 de octubre.

En el encuentro final con Talleres, según lo que tiene documentado la Justicia por medio de testimonios e incluso videos, Roldán regresó al estadio Mundialista y entonces se produjo una grave pelea con la facción dominante de la barra brava, la que responde a Comán. Aunque hubo algunas personas heridas de arma blanca, no se inició ninguna causa judicial por esto. Nadie denunció, como es código y ley, en esos ámbitos. Pero se adelantó que habría consecuencias.

La venganza

Al fiscal Leandro Arévalo le tocó investigar lo que LA CAPITAL, y luego muchos medios nacionales, optaron por calificar como “demencial ataque” en una plaza del barrio Cerrito Sur. Sucedió el sábado 5 de noviembre en la denominada Plaza 64, cuyo nombre obedece al funcionamiento en la misma manzana de la Escuela Primaria N°64.

Uno de los paredones que separan la escuela con la plaza propiamente dicha tiene un gran mural con los colores de Aldosivi, compartido también con un rostro de Maradona y con un homenaje a los 44 muertos del submarino ARA San Juan. Allí, entre columpios y rampas de skate, se erige algo más que una plaza: es el punto de encuentro de La Pesada o la banda de La Gringada, con su expresión artística musical de la murga y los bombos.

Ese día en horas de la tarde, entre las 19.15 y las 19.45, un automóvil y una moto merodearon la plaza. Poco después se aproximaron cuatro personas y una de ellas, al comprobar que entre los concurrentes estaba el “Indio” Comán, comenzó a disparar con una pistola 9 milímetros. La ráfaga fue impresionante y alcanzó a tres jóvenes de 20, 21 y 23 años, además de impactar uno de los proyectiles en un niño de 11 años. Las balas también alcanzaron a un perro, que murió en el acto.

Plaza 64, donde ocurrió el ataque.

Plaza 64, donde ocurrió el ataque.

Para el fiscal Arévalo, dos de los cuatro atacantes fueron Roldán y Santiago Sosa. ¿Cómo llegó el fiscal a esa convicción? Por la declaración de varios testigos, quienes señalaron a ambos y también por lo narrado por el propio Comán. De hecho, en los días que siguieron al ataque, hubo réplicas en domicilios vinculados a Roldán y a Comán.

Santiago Sosa fue detenido en horas de la madrugada del martes, mientras que la Justicia libró una orden de captura respecto a Roldán. A los dos se los acusa de intentar matar al “Indio” Comán.

Cuando Santiago Sosa fue llevado el miércoles a declarar ante el fiscal Arévalo, le dijo que él no tenía nada que ver con Roldán, que lo conocía, pero que no había estado en el ataque a la plaza y para respaldar su argumento presentó un video en el que se lo ve trabajando en una carnicería dentro de un supermercado chino. Ahora el fiscal deberá analizar esa prueba.

Tanto Arévalo, en esta causa del ataque a la plaza, como Pellegrinelli en la del incendio de automóviles, se toparon con la realidad de la violencia que subyace en las barrabravas. Con la mirada condescendientes de los clubes, con la labor algo diluida de las fuerzas de seguridad encargadas de que nada se descontrole. En su momento sucedió con la de Alvarado, aquella serie de incidentes que incluso terminaron en asesinatos y en los disparos en la sede del club mientras era presentado un cuerpo técnico.

Mientras tanto, Aldosivi perdió la categoría y Alvarado la mantuvo. Esto supone que participarán en el mismo torneo y que el mal entendido folklore del fútbol, la pasión del hincha o como se le quiera llamar a los desbordes de violencia, seguirán presentes.