MIRAMAR (Corresponsal). – Con la intervención del Departamento de Bromatología municipal, la Dirección de Gestión Ambiental y otras áreas del municipio culminaron los trabajos de saneamiento del predio de disposición final de residuos sólidos urbanos de Miramar, ubicado sobre el paraje Santa Irene, más específicamente sobre el kilómetro 10 de la ruta provincial 77.

Esta iniciativa se enmarcó en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, acciones la comuna proyectó para mejorar esta práctica, que dará paso en un futuro cercano a una gestión de desperdicios domiciliarios  más amigable con el medioambiente.

La acción se extendió por unos 45 días y tuvo varias etapas de acción. Todo comenzó con la Pre-Curación, notificación del cierre temporal y ubicación del espacio, dando cumplimiento efectivo a lo dispuesto legalmente, además de no afectar la salud del personal de recolección de residuos u otras áreas de incumbencia, o del público que ingresaba habitualmente.

Esto permitió además monitorear de manera controlada la actividad de insectos y roedores en el lugar.
De igual manera, el cierre temporal también tuvo como objetivo evitar cualquier contaminación accidental con los productos desinfectantes que se utilizarán en el predio. Posteriormente, se estableció un cordón sanitario para evitar la migración de vectores (roedores) a zonas aledañas al basural, que involucran un batería de medidas determinadas a preservar también la salud pública.

La desinfección se implementó con unas máquinas de aspersión y además con el establecimiento de zonas de amortiguación, se implantaron cebos controlados y por último se removió y niveló el terreno para culminar el saneamiento.
En informe definitivo del área de Bromatología y Zoonosis, sugirió evaluar entre otras cosas el “cumplimiento de las disposiciones judiciales pertinentes”.

Recolectores informales

No obstante, el proyecto continuará en unos 15 días, cuando se implemente un censo para conocer fehacientemente cuántos son los recolectores informales que desarrollan tareas habitualmente en el lugar, para comenzar a trabajar de forma conjunta con la comuna en el proyecto de la futura planta de RSU que se está gestionando mediante el BID.

La obra se proyectará sobre 7 hectáreas linderas al terreno donde funciona hace años el relleno sanitario que se sitúa a pocos metros de la ruta 77.

Tras analizar varios espacios y sus características para cumplir con la legislación vigente, finalmente el Ejecutivo firmó el boleto de compra venta por 12.000 millones de pesos, que dará lugar a la obra.

“Una de las cuestiones que prolongó el proceso de búsqueda fue que debía garantizarse la vida útil del predio por 20 años”, informaron desde el Ejecutivo.