El Ministerio de Sanidad de España comenzó a distribuir el “Spravato“, el medicamento en formato de espray nasal para tratar el trastorno depresivo mayor resistente a tratamiento (DRT), que podrá prescribirse en los hospitales del país.

El Gobierno español dio luz verde a la financiación de la “esketamina“, comercializada por Janssen bajo el nombre de Spravato, ya que su “rápida actuación” reduce las ideas suicidas, la hospitalización y la cronicidad de la depresión grave, explicó Henar Hevia, directora médica de Janssen España, según recoge la prensa local.

De esta manera, se escribe una nueva hoja en la historia del tratamiento de la depresión grave, ya que esta terapia es la primera y única aprobada en Europa para este tipo de enfermedad.

El medicamento está dirigido a pacientes a los que se les haya administrado otros dos tratamientos y no hayan experimentado la respuesta adecuada.

La aprobación final del medicamento se basa en los datos de un programa de cinco ensayos clínicos fase III en más de 1.600 personas con DRT.

Entre estos trabajos se incluyen tres estudios a corto plazo, un estudio aleatorizado de prevención de recaídas, y un estudio de seguridad a largo plazo.

Sobre la vía de administración, nasal, el jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d Hebron de Barcelona, Josep Antoni Ramos-Quiroga, dijo que es una “vía mucho más amable, ya que es un dispositivo similar al que se utiliza para la rinitis”.

Este nuevo fármaco es de uso hospitalario, es decir, se dispensará en farmacias de estos centros y su administración necesita la supervisión del profesional.

“Por el momento, el tratamiento está destinado a adultos, pero ya se está estudiando para la población pediátrica y mayores de 65 años”, recordó Ramos-Quiroga.

Según los datos aportados por la Confederación de Salud Mental de España, en la actualidad, el 6,7 por ciento de la población española padece ansiedad y el mismo porcentaje, depresión.

Del mismo modo, más de un millón de personas tienen un trastorno mental grave y más de la mitad de los pacientes que sufren un trastorno mental no reciben tratamiento o el que reciben no es el adecuado.