En la primera audiencia del segundo juicio oral y público por el denominado caso Gianelli, la acusada Analía Schwartz volvió a declararse inocente de los 15 hechos de abuso sexual infantil y corrupción de menores sucedidos, según la hipótesis fiscal, entre 2012 y 2013.

“Cuando me denunciaron hacía 20 años que daba clases y nunca había tenido problemas”, se defendió la maestra de música ante los jueces Roberto Falcone, Alexis Simaz y Néstor Conti. La docente explicó cómo fue su trayectoria laboral, enumeró los otros establecimientos educativos en los que había dado clases en el pasado, y describió las condiciones espaciales de los lugares en los que, de acuerdo a la acusación, habrían sucedido las situaciones que se busca esclarecer.

“Yo empecé a dar clases como maestra de música porque tenía dos hijos chicos y necesitábamos la plata. Arranqué con suplencias y trabajé en muchos lugares”, indicó Schwartz, quien no se mostró ante la prensa. Entre ellos, citó los colegios María Auxiliadora, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Camino, Abraham Lincoln, y la escuela Huinco, así como también varias escuelas municipales.

Los jueces Roberto Falcone, Néstor Conti y Alexis Simaz.

“En 2006 empecé con suplencias en el Gianelli y en 2008 aumenté la cantidad de horas de trabajo. También estuve en el Fleming y en el jardín del mismo instituto hasta 2012, pero en 2013 decidí quedarme sólo con el Gianelli, donde tenía alumnos de primaria y del jardín”, siguió la mujer, que es representada por la letrada Patricia Perelló. Luego, señaló: “Cuando me denunciaron hacía 20 años que daba clases y nunca un problema, ni reclamos, ni nada. En ese momento tenía 660 alumnos y en toda mi carrera había tenido entre 6 y 8 mil“.

La declaración de Schwartz se extendió durante una hora y media. Además de la descripción de su trayectoria, volvió a caracterizar las aulas en las que daba clases en los establecimientos educativos donde supuestamente ocurrieron los sucesos investigados. Manifestó que eran espacios abiertos y con visibilidad y repitió, tal cual lo había hecho durante el primer juicio de 2017, que cuando daba clases se hallaba acompañada de la maestra correspondiente a cada sala o curso.

El abogado de algunos de los padres denunciantes, César Sivo, le preguntó a la imputada acerca de sus métodos de enseñanza de música y sobre la confección de instrumentos en clases. También la interrogó sobre la utilización de telas para esa tarea.

César Sivo.

Por último, el letrado la indagó respecto de si formaba parte de una corriente de pensamiento denominada gnosis, de la cual ella contestó que se había enterado de tal existencia a través de las redes sociales de su padre y que desconocía absolutamente de qué se trataba la misma.

Una vez finalizada la declaración de Schwartz, se trataron diversas cuestiones relativas al proseguimiento del juicio y se dio por terminada la jornada. Para este martes, se aguarda que se presenten a declarar algunos de los padres de los menores y posiblemente se observen videos de las cámaras Gesell que se llevaron a cabo durante la instrucción penal preparatoria a los niños.

El caso

La investigación se inició el 7 de septiembre de 2013, cuando un grupo de padres de niños y niñas de entre 3 y 5 años del centro educativo ubicado en la avenida Fortunato de la Plaza se presentaron en la Comisaría de la Mujer para denunciar a la docente de música, Analía Schwartz. Contaban entonces con la información que sus hijos, alumnos del jardín de infantes de la institución, les referían juegos en la hora de música, quita de prendas de vestir, “secretos”, llevaron a los padres a formarse la idea de que sus hijos eran abusados.

Casi un año después el fiscal Fernando Castro (ahora ya jubilado) imputó a la docente y en 2017 se llegó a un juicio en el Tribunal Oral N° 1, integrado por los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale. Más tarde, el 16 de mayo de 2017, y tras varias semanas de debate, los magistrados rechazaron las imputaciones y absolvieron de forma unánime a la maestra de música.

Los abogados querellantes apelaron y la Cámara de Casación Penal, primero, y luego la Suprema Corte, anularon la sentencia, tras lo cual se dispuso que se realizara nuevamente el juicio oral en el que ahora interviene la fiscal María Florencia Salas.