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El Mundo 29 de septiembre de 2022

Rusia anexará territorios ocupados de Ucrania pese a la condena de la ONU y Occidente

El presidente Vladimir Putin y los líderes prorrusos de las provincias ucranianas de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jerson firmarán en el Kremlin los tratados de incorporación a Rusia, anunció a periodistas Dmitri Peskov.

El presidente Vladimir Putin.

Rusia anexará los territorios de cuatro provincias de Ucrania ocupados por su Ejército, bajo amenaza de defenderlos con armas nucleares y pese a la condena de las potencias occidentales y la ONU, lo que hace temer un agravamiento del mayor conflicto bélico en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

El presidente Vladimir Putin y los líderes prorrusos de las provincias ucranianas de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jerson firmarán en el Kremlin los tratados de incorporación a Rusia, anunció a periodistas Dmitri Peskov.

El mandatario pronunciará un discurso luego de la ceremonia de firma de los tratados en el Salón San Jorge de la sede del Gobierno ruso, agregó el portavoz.

La anexión llegará luego de referendos de incorporación a Rusia celebrados en los últimos días en esas cuatro provincias del este y sur de Ucrania, que según sus líderes terminaron con un abrumador triunfo del “sí”.

Estados Unidos y otros países occidentales que suministran armas a Ucrania para defenderse de la invasión lanzada hace siete meses por Rusia condenaron los referendos como “ilegales” y anticiparon que nunca reconocerán sus resultados.

El Gobierno ucraniano dijo que el presidente Volodimir Zelenski convocó al Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, para discutir la decisión de Rusia.

“Cualquier decisión de proceder a la anexión de las regiones ucranianas no tendrá ningún valor legal y merecen ser condenadas (…) Es una escalada peligrosa. Esto no tiene lugar en el mundo moderno”, aseguró hoy el secretario general de la ONU, António Guterres.

“Los falsos referendos del Kremlin son un esfuerzo inútil para enmascarar lo que equivale a un nuevo intento de apropiación de tierras en Ucrania”, dijo en sintonía el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Líderes europeos también rechazaron de inmediato el anuncio ruso.

“Es absolutamente inaceptable”, apuntó el primer ministro de República Checa, Jan Lipavsky, cuyo país ejerce la presidencia pro tempore de la Unión Europea (UE).

El primer ministro en funciones de Italia, Mario Draghi, dijo a Zelenski durante una conversación telefónica que su país no reconocerá la anexión, informó la oficina del jefe de Gobierno saliente italiano.

La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, también condenó los referendos: “Bajo amenazas y a veces incluso a punta de pistola, la gente fue sacada de sus casas para votar”.

“Esto es lo opuesto a elecciones libres y democráticas. Y esto es lo opuesto a la paz. Es una paz dictada. Ningún ciudadano estará seguro mientras prevalezcan los dictados rusos en los territorios ocupados de Ucrania. Ningún ciudadano será libre”, agregó.

Turquía, un país musulmán miembro de la OTAN, dijo que tampoco reconocerá los resultados de los referendos ni la anexión de las provincias ucranianas.

Por su parte, los líderes separatistas prorrusos que desde 2014 controlan territorios de Ucrania en las orientales Lugansk y Donetsk y las autoridades instaladas este año por Rusia en las sureñas Zaporiyia y Jerson llegaron anoche a Moscú en avión, informó la prensa rusa.

“Estoy en Moscú”, confirmó el líder de Lugansk, Leonid Pasechnik, a la agencia de noticias Tass.

Ayer, los responsables prorrusos ya le habían enviado peticiones “oficiales” a Putin para que incorpore a Rusia las cuatro provincias.

Moscú advirtió que, en caso de anexión, las provincias pasarán a ser parte de su territorio, por lo que podría usar armas nucleares para defenderlas.

Las cuatro provincias son contiguas, y crean un corredor ininterrumpido que va de Rusia hasta Crimea, la península ucraniana del mar Negro que Moscú se anexó en 2014.

Su control permitiría una mejor defensa de Crimea, donde Rusia tiene anclada su flota del mar Negro.

Los separatistas y el Ejército ruso controlan casi toda Lugansk y el 60% de Donetsk. Mientras que la mitad sur de Zaporiyia y casi toda Jerson están bajo dominio de las fuerzas enviadas por el Kremlin.

La comunidad internacional, incluyendo a la Argentina, nunca reconoció la soberanía rusa sobre Crimea, y se espera que desconozca la anexión de las cuatro provincias.

La semana pasada, Putin ordenó una movilización de hacia Ucrania de hasta 300.000 reservistas, y su ministro de Defensa dijo que su objetivo es proteger las zonas ocupadas y la línea de contacto con las tropas ucranianas, de más de 1.000 kilómetros.

La movilización desató protestas en Rusia en las que fueron detenidas más de 2.000 personas, según una ONG.

Además, países fronterizos con Rusia constataron un repunte muy importante de los ingresos de rusos desde la orden de reclutamiento.

Finlandia anunció que desde la medianoche cerrará sus fronteras a los ciudadanos rusos provistos de visado de turismo europeo para el espacio de libre circulación europeo conocido como de Schengen.

Con su decisión, el país nórdico se alinea de hecho con la adoptada a principios de septiembre por Polonia y los tres países bálticos: Estonia, Letonia y Lituania, los otros Estados miembros de la UE que limitan con Rusia.

En Moscú, Peskov dijo que los acuerdos sobre la entrada de los territorios a la Federación de Rusia se firmarán antes de que el Consejo de la Federación, el Senado ruso, examine las cuestiones conexas.

“En cualquier caso, primero habrá una firma”, dijo Peskov, respondiendo a una pregunta sobre por qué el evento está programado para el 30 de septiembre y la reunión del Consejo de la Federación recién para el 4 de octubre.

Según agencias de noticias rusas, el Parlamento de Rusia debe votar en los próximos días un texto formalizando la anexión. También se espera un discurso de Putin a los diputados y los senadores.

En Moscú parece haber previstas festividades para la firma. Las autoridades municipales anunciaron el cierre de algunas calles del centro, especialmente alrededor de la plaza Roja, donde se instaló un escenario, informó la agencias de noticias AFP.

En paralelo, también crece la tensión por las filtraciones en los gasoductos Nord Stream que conectan a Rusia con Alemania a través del mar Báltico y que podrían haber sido objeto de un sabotaje relacionado con la guerra en Ucrania.

Una cuarta fuga fue detectada por la Guardia Costera de Suecia.

Los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 discurren casi en paralelo y están en el centro de las tensiones desencadenadas en torno a un corte del envío de gas ruso a Europa en aparente respuesta a las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania.

Acusada por Ucrania de haber saboteado las tuberías tras reportarse explosiones submarinas anteriores a las fugas, Rusia se defendió señalando a Estados Unidos y convocó para mañana una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU por la cuestión.