La primera noche en la que entró en vigencia la ordenanza que regula la Zona Roja y estipula que la oferta sexual solo puede darse sobre la avenida 10 de Febrero tuvo dos miradas contrapuestas: para el Municipio se trató de un operativo exitoso y para las trabajadoras sexuales del inicio de una etapa “muy difícil”.

“Anoche fue un desmadre”, dice la referente de la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual, Victoria Disalvo y agrega: “Tuvimos una noche muy difícil”.

Esa “noche difícil” de la que habla Disalvo estuvo signada por momentos de suma tensión con la policía, que realizó fuertes operativos policiales en las “habituales” zonas rojas de la ciudad: las que están comprendidas por Luro y Champagnat y en la Vieja Terminal.

En Luro y Champagnat, un grupo de trans migrantes realizó una marcha pacífica y quedó cara a cara con la policía, cerca de diez patrulleros que realizaron un operativo en esa zona para evitar la oferta sexual. “La policía las querían correr, dialogamos con ellos. Duró horas, todo el tiempo frenando situaciones de enfrentamientos y fue muy feo”, dijo Disalvo.

“Sabemos que no habrá detenidas por el momento, estos primeros días al menos. Pero están las multas de hasta 800.000 pesos y la policía tiene mucho más poder que antes”, expresó la referente de la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual y agregó: “En este contexto es muy difícil trabajar. No podemos dejar de trabajar. Proponemos caminar, esa es la consigna, no quedarse paradas en una esquina porque eso ahora es un delito”.

Con respecto a lo vivido durante la primera madrugada en que la ordenanza entró en vigencia, Disalvo lamentó que las trabajadoras sexuales estuvieron “solas”, sin apoyo o compañía de ningún sector.

“Ayer estábamos solas: estábamos las prostitutas y la policía, no había nadie del Ministerio de Género, Nación o Provincia. No estaba nadie de Derechos Humanos, Desarrollo Social. Tampoco nos acompañó el feminismo, abolicionista claro, pero no estuvieron. Nos han ignorado completamente y sentimos que, de alguna forma, quieren que seamos abolidas”, expresó.

“Hay un Ministerio de Género que no está haciendo nada. Derechos Humanos nos dijo que iba a estar y no estuvo”, remarcó Victoria Disalvo y finalizó: “Muchos se llenan la boca hablando de la calle, pero nos dejaron solas. Solas con la policía”.