Por Gabriel Matarazzo (*)

La principal ciudad balnearia argentina, ubicada a 400 kilómetros al sudeste de Buenos Aires, tiene una oportunidad única a nivel económico para transformarse en el eje central de la productividad energética nacional. El petróleo y las cuencas gasíferas en las costas bonaerenses es el futuro de un modelo de desarrollo que no tiene por qué alarmar a un rubro clave de la economía local como lo es el turismo.

Más allá de su recurso turístico, Mar del Plata tiene sus propios problemas económicos como el desempleo o la inflación. Estos factores afectan asimismo a la provincia de Buenos Aires y a casi todos los rincones del país. Las vicisitudes económicas no son nuevas en Argentina, lo que sí es nuevo es el amplio abanico de oportunidades que surgieron a partir de los proyectos de exploración offshore que el Gobierno Nacional habilitó en tres zonas que se ubican frente a las costas marplatenses.

La dimensión de esta posibilidad implica básicamente cambiar la matriz productiva de la provincia bonaerense con un enfoque hacia la exportación de gas y petróleo. A su vez, significa diversificar la propia economía local. La focalización exportadora no sería la única meta; a la producción de hidrocarburos se le suman la incorporación de divisas y el abastecimiento de una serie de recursos con alta demanda mundial a partir de la lamentable invasión de Rusia a Ucrania que desató una crisis internacional.

Mar del Plata entra en este escenario como un actor principal. El impacto económico de estos proyectos que ya están en marcha serán muy positivos para el movimiento de los puertos de la ciudad, lo que también impulsará el desarrollo de la logística y tendría un efecto más que favorable en las industrias asociadas al sector del gas y petrolero.

El proceso de licitaciones se llevó a cabo con total normalidad y fueron avalados por los distintos institutos que vienen estudiando la cuestión de la explotación offshore desde hace mucho tiempo. Tal es el caso del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), que ha informado ni bien comenzaron estos trabajos que hasta el momento se exploraron 50.000 kilómetros de sísmica y se perforaron 18 pozos. Todo eso se concretó sin ningún tipo de desastre ecológico.

Los otorgamientos de áreas a distintas empresas con décadas de experiencia en este tipo de estudios de perforaciones marítimas también resultan de una relevancia fundamental, y es que estamos hablando de compañías que pueden explicar, tal como lo han hecho, los resguardos ambientales con los que vienen trabajando desde hace más de 20 años en Argentina.

Aunque los proyectos han tenido algún parate en la justicia, debido a una inexplicable influencia política local que quiso frenar la actividad, estamos satisfechos en que se haya revocado aquella cautelar que le impedía a Mar del Plata seguir avanzando en estos asuntos. Pronto estarán concretados los análisis 3D y esperamos que para el primer trimestre del 2023 tengamos el primer pozo exploratorio.

Proyectos con tanto potencial en un país que presenta crisis constantes y una falta de divisas que compromete las reservas para la propia adquisición de bienes primarios, no se puede dar el lujo de cancelar la exploración como ocurrió durante un periodo corto de tiempo, pero innecesario.

En ese sentido, Mar del Plata puede incorporar un sector más a su economía local (junto al turismo) y convertirse en una potencia gasífera y petrolera que sirva como columna vertebral de un modelo de desarrollo nacional. Aunque es entendible que se hayan escuchado algunas voces en contra de la convivencia entre turismo y explotación de hidrocarburos, la realidad es que el proyecto más cercano de las costas marplatenses se encuentra a 350 kilómetros, y según el IAPG y las cámaras pesqueras de la zona, los trabajos serán invisibles para las playas.

Desde nuestra posición sindical, el objetivo siempre será el de facilitar a los trabajadores y trabajadoras las diferentes capacitaciones referidas al tema. Es el futuro de nuestros compañeros y compañeras, por lo que esta es una zona de actuación que nos involucra y estamos velando porque se cumplan todos los derechos laborales que merecen.

Asimismo, cabe remarcar la necesidad de valorar como corresponde la oportunidad económica que se presenta de manera inocultable gracias a la explotación offshore, y que en el caso particular de La Feliz puede convertirla en el corazón de la producción gasífera y petrolera argentina.

(*) Tesorero de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio).