Aún en pleno invierno, se calzan el traje de neoprene, las botitas y se meten al mar a surfear olas en algunos de las playas locales. Los puntos más elegidos para la práctica de deportes acuáticos durante la temporada baja suelen ser Playa Grande, Varese y algunos sectores del norte o del sur de la ciudad.

La mayor diferencia para la práctica de surf y stand up paddle (SUP) en esta época radica en la temperatura del agua -ayer era de 10°- aunque el frío se combate con las nuevas tecnologías con que están fabricados los trajes de neoprene.

“Además de la temperatura, la máxima diferencia está en que durante el invierno hay mejores olas y menos gente. El frío no es problema, muchos menos ahora con los trajes que hay, aunque casi no están entrando”, contó Nico, mientras se cambiaba en el estacionamiento de Biología.

En cuanto a los horarios, relató que “ahora hay que meterse entre las 11 y las 3, que es cuando más calienta el sol. Por eso, en esta época elijo Playa Grande, porque está más reparada, porque lo que más molesta es el viento. El frío no es problema, porque estás en movimiento”.

En Biología, durante los 365 días del año, funciona la escuela de surf de Playa Grande comandada por el excampeón argentino Maximilano “Rulo” Prensky. “Estamos en Mar del Plata los doce meses, dando clases individuales y grupales y también tenemos grupos de entrenamiento”, describió. Además, allí funciona “una guardería y también tenemos duchas con agua caliente y lockers.

Deslizarse

La magia de deslizarse sobre las olas no respeta estación del año, incluso muchos de los surfistas prefieren el invierno. “Sí, el agua está más fría, pero lo lindo es que hay mucha menos gente. Mirá, hay tres metidos. Conmigo éramos cuatro”, se rió Lula mientras secaba y colocaba su tabla sobre el techo del vehículo.

“Con botitas y guantes, te la ‘re bancás’ -aseguró-, aunque hay que reconocer que cuando no hay sol o se levanta mucho viento se complica”. En cuanto a los horarios y la compatiblidad con el trabajo, dijo que “soy autónoma, así que me puedo hacer un hueco y venir”.

Si bien se reconoce como “casi anfibio”, el competidor en SUP Sebastián “Pollo” Barbero comentó: “me encanta meterme todo el año, sobre todo en otoño porque tenés mejores olas y no hay viento que las rompan. Además, en esa época no está tan frío el mar como ahora”.

El deportista coincidió con sus colegas en que durante los meses invernales “hay menos cantidad de gente y las surfeadas son más sueltas. Y, en el sur, en Chapa o Luna Roja, hay mucho menos gente aún. Trato de ir cada mañana, antes de trabajar”.